A pesar de que a Antonio Conte le restan dos años de contrato con el Chelsea, en las últimas semanas habían surgido algunas dudas sobre la continuidad del italiano en Londres. El técnico considera que no tiene el suficiente control en el club para decidir fichajes y nombramientos de personal, por lo que habría pedido reunirse con sus responsables para aclarar algunos de estos aspectos de cara al futuro.

El trabajo del transalpino en el club 'blue' está fuera de toda duda, ya que el equipo es líder destacado de la Premier League y en unos días se jugará ante el Tottenham la posibilidad de clasificarse para la final de la Copa inglesa. Por eso el presidente y propietario del club, Roman Abramovich, es consciente de que debe ceder en algunos aspectos para conseguir retener a su actual manager.

En las últimas fechas el Inter de Milán ha revoloteado en torno al entrenador de Lecce, por lo que el Chelsea se ha movilizado para mejorar las comodidades que este tiene en Stamford Bridge. Bien es cierto que Abramovich y Conte nunca han tenido 'feeling', ya que el fuerte carácter de ambos tiende a chocar. Pero el rendimiento del equipo está siendo tan bueno que no les queda más remedio que entenderse por el bien mutuo.

En consecuencia, se espera que Conte afiance su control en la dirección de la parcela deportiva del club, teniendo aún más poder para fichar y configurar la plantilla. De hecho, hace unos días 'La Gazzetta dello Sport' desvelaba que el míster había pedido una inversión de 200 millones de euros al magnate ruso para tener serias aspiraciones de volver a ganar la Champions la próxima temporad,a una vez que el objetivo de conquistar la Premier parece que se conseguirá en cuestión de semanas.