Pep Guardiola está experimentando en estos momentos la sensación que vivieron sus amigos los culés hace un par de semanas. El técnico catalán ha visto en las últimas horas como el jugador por el que su club gastó más dinero el verano pasado, Benjamin Mendy, ha caído lesionado de gravedad tras un percance en la rodilla que sufrió el pasado fin de semana en el partido de Premier League ante el Crystal Palace (5-0). Un percance que recuerda al suceso protagonizado por Ousmane Dembélé en el Barcelona...

En un principio las molestias del francés no parecían ser demasiado preocupantes, pero con el paso de las horas se encendieron todas las luces de emergencia en el Etihad Stadium. "Pasado mañana viajará a Barcelona y luego veremos cuál es el alcance de su lesión. Pero nuestra primera impresión es que su problema es más grave de lo que inicialmente esperábamos" comentó Guardiola el pasado martes en rueda de prensa. De esta forma, este jueves Mendy ha puesto rumbo a la Ciudad Condal para ponerse en manos de uno de los mayores especialistas articulares de Europa, el doctor Ramón Cugat.

Guardiola no se plantea fichar

"Este percance es algo muy frustrante para nosotros, sobre todo para él como persona. Es algo muy triste. Además, para la forma en que jugamos nosotros es un golpe durísimo, porque perdemos mucho sin él" apuntó el catalán tras la victoria de su equipo por 2-0 ante el Shakthar Donetsk en la fase de grupos de la Liga de Campeones. Aunque eso sí, también quiso descartar la idea de acudir al mercado en las próximas semanas para cubrir su baja: "tenemos otras opciones en el equipo como Danilo, Fabián Delph, Fernandinho o incluso Oleksandr Zinchenko, así que lo iremos viendo durante la temporada".

En caso de confirmarse la gravedad de la lesión de Mendy el Manchester City se quedará durante varios meses sin una de las grandes apuestas de Guardiola para esta temporada. En agosto el club inglés pagó 57,5 millones de euros al Mónaco para el fichaje del lateral galo, quien en este inicio de campaña se había asentado como titular en el lateral zurdo (389 minutos en 5 partidos). Pero, al igual que ocurriera con Dembélé, uno de las grandes operaciones del último mercado va a empezar con mal pie su nueva etapa e incluso corre el riesgo de perderse el Mundial que el próximo verano se celebrará en Rusia.