Quique Sánchez Flores busca centrocampistas para reforzar la plantilla del Espanyol. Y uno de los futbolistas que encaja perfectamente en el perfil que necesita el preparador madrileño es Álvaro Medrán. El centrocampista viene de haber cerrado una difícil temporada en el Valencia, equipo en el que no ha terminado de encontrar la regularidad por el incesante 'goteo' de técnicos durante todo el año (hasta tres diferentes) y por el pobre rendimiento que ha tenido el club ché en las competiciones en las que ha participado.

El canterano madridista decidió fichar el pasado verano por la escuadra de Mestalla previo pago de 1,5 millones de euros. Un movimiento con el que intentaba dejar atrás las dos graves lesiones que sufrió en el Getafe, pero aunque este año la salud le ha respetado la confianza de los técnicos que ha tenido no ha estado de su lado. De esta forma únicamente ha participado en 20 partidos a lo largo de toda la temporada, con un total de 1.277 minutos, 3 goles y 1 asistencia. Registros algo pobres para un jugador que hace solo tres años era uno de los mayores talentos de 'La Fábrica' merengue, por lo que este verano podría haber novedades respecto a su futuro.

El Espanyol hace una buena oferta

Según destaca el portal 'Fichajes.com' el Espanyol se ha fijado en el cordobés y está estudiando hacer una oferta al Valencia para hacerse con su fichaje. En Cornellà esperan que por 3 ó 4 millones puedan hacerse con Medrán, un precio que multiplicaría por dos lo que pagó el conjunto valenciano al Real Madrid hace menos de 12 meses. Sin embargo no parece claro que haya intención de traspasar al jugador, ya que a sus 23 años en Mestalla todavía hay confianza en que pueda empezar a dar su mejor versión.

Marcelino decidirá

Si todo va según lo previsto la última palabra la tendrá el nuevo técnico valencianista, Marcelino. El asturiano se encuentra en estos días planificando la temporada y deberá decidir si cuenta de verdad con Medrán o aceptaría escuchar ofertas por el centrocampista. Por el momento lo único claro es que el jugador tiene tres años de contrato y se mantiene firme en su deseo de triunfar en este club, aunque también es consciente de que otro año más en el ostracismo podría ser muy negativo para su progresión y su carrera.