La situación actual de Gianluigi Donnarumma en el Milan se podría calificar de 'caótica'. Las negociaciones entre el Milan y el agente del jugador se rompieron la pasada semana después de que no hubiera un acuerdo económico, por lo que ahora mismo la voluntad de las dos partes es la de cumplir el año de contrato que les une. Sin embargo 12 meses en fútbol puede llegar a ser mucho tiempo y no se puede descartar que la situación pueda dar un giro de 180º más adelante.

El Milán prefiere no vender

El Real Madrid no le quita ojo a las novedades que cada día se van produciendo sobre el jugador. La última de ellas, la postura oficial del conjunto rossonero respecto al portero. "Donnarumma se va a quedar aquí y se marchará libre la próxima temporada. Y el club que quiera ficharle ya deberá pagar su precio, que no es de 15 ó 20 millones de euros. Su valor es infinitamente mayor" ha asegurado Marco Fassone, Consejero Delegado del conjunto milanista. En consecuencia, en la entidad lombarda están decididos a mantener al jugador en su plantilla para luego dejar que se marche libre, siempre y cuando no reciba una megaoferta para traspasarlo inmediatamente.

Se trata de una postura lícita, si bien en el Real Madrid hay cierto temor a que el Milan intente aprovechar este año para 'presionar' al jugador y conseguir que firme su nuevo contrato. No en vano, el propio Fassone comentó recientemente a 'La Gazetta dello Sport' que les alegraría "mucho que Gigio nos llamara diciendo que podemos volver a negociar. Nosotros pensamos que nunca se puede saber lo que puede pasar en la vida". Lo que deja claro que en el club 'rossonero' no cierran aún las puertas a una reconciliación.

El tiempo cuenta en esta operación

En lo que respecta al Real Madrid, Zidane y Florentino tienen claro que este año no ficharán e incorporarán a Donnarumma. Por eso su llegada para la próxima temporada pasa por cerrar cuanto antes un acuerdo con el jugador para asegurarse que el 1 de julio de 2018 firmará con la carta de libertad. Si no, hay un peligro evidente de que el portero vuelva a sentarse a negociar con el Milan y acabe dando su brazo a torcer, lo que automáticamente dejaría al campeón de Europa fuera de juego. 

En estos momentos el futuro del portero se está jugando en una enorme partida de ajedrez en la que no hay tiempo que perder. Hoy la relación entre Donnarumma y el Milan parece rota, pero esto puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Así que el Real Madrid deber decidir con efecto inmediato si se lanza para lograr un acuerdo con el jugador o, por el contrario, se mantiene al margen y deja que las cosas discurran por su cauce, en cuyo caso habría mucho riesgo de perderle. Por ello el próximo mes de julio se presenta como clave para que empiecen a quedar definidas la posición en el tablero de las piezas de unos y otros.