Desde la llegada de Zidane al banquillo del primer equipo, el Real Madrid se ha caracterizado por ser un conjunto muy regular en cuanto a juego y resultados. Pero en este inicio de temporada 2017/18 es evidente que está teniendo serios problemas para conseguir marcar goles y ganar todos sus choques. De hecho, las diferencias son sangrantes si se compara su rendimiento en el Santiago Bernabéu con el que tiene fuera de él.

Hasta ahora los partidos en casa están siendo la gran asignatura pendiente en este inicio de curso. Principalmente en LaLiga, donde los blancos han pinchado en los tres duelos que han disputado hasta ahora (dos en casa y uno fuera); mientras que en Champions League (un triunfo) y en la Supercopa de España (otra victoria) al menos han podido cumplir sin demasiados problemas.

Este Madrid hace historia en los dos sentidos

Es una situación que contrasta con el rendimiento que está teniendo el campeón de Europa lejos de Chamartín. En total ha disputado cinco partidos fuera de su campo y ha ganado los cinco, los tres de Liga (Coruña, San Sebastián y Vitoria) más los difícilisimos de Supercopa de España (1-3, Barcelona) y Champions League (1-3, Dortmund). Choques a los que también hay que sumar el jugado en agosto en campo neutra en Skopje en la final de la Supercopa de Europa (2-1, Manchester United).

Así, la situación es tan contradictoria que los blancos acumulan récords totalmente opuestos. Por un lado están protagonizando su peor arranque en LaLiga en su historia en los últimos 20 años (desde la temporada 1995/96) con solo 2 puntos de 9 posibles en los tres primeros choques. Y por otro están también en su mejor inicio a domicilio en los últios 26 años (desde 1991).

El partido ante el Espanyol, otra oportunidad para reaccionar en el Santiago Bernabéu

¿Las razones de ello? En el club y el vestuario creen que solo es una cuestión de suerte, porque tanto en casa como a domicilio el juego está siendo muy bueno y se están creando muchas ocasiones de gol. Solo que en el Bernabéu parece que está habiendo más mala suerte de la habitual, por lo que Zidane mantiene la calma y cree que este domingo ante el Espanyol hay una buena oportunidad para revertir la tendencia.

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El título que le falta a Zidane

El técnico del Real Madrid, Zinedine Zidane, va camino de ser el nuevo Miguel Muñoz del Siglo XXI para el madridismo. El francés quiere ganarlo todo en el Santiago Bernabéu y se ha impuesto un reto más para este curso.

Ganar la Champions League y ganar la Liga son siempre sus dos grandes ilusiones, sin embargo, el técnico apunta alto y también quiere la Copa del Rey. Es el reto a superar este año, quiere el triplete de títulos que la temporada pasada se le escapó.

La Liga se ha puesto francamente complicada con la distancia de 7 puntos y los arbitrajes que está sufriendo el Real Madrid. La Champions ha sido el bálsamo para sanar las heridas ligueras en Europa y dar miedo. Y la Copa del Rey, para los blancos es una competición con un sabor especial.

Ganó en 2011 y en 2014 el título ante el FC Barcelona en dos finales apasionantes, pero acabó eliminado en 2015 ante el Cádiz por un error en los despachos, además de quedar apeado en la pasada temporada ante el Celta de Vigo tras un partido nefasto en el Bernabéu. Quiere enmendar errores del pasado y sabe que ser campeón copero obliga a mostrar compromiso y a recurrir a toda la plantilla. Zidane está listo.