Aunque Pep Guardiola no deja de fichar en estos días de junio, el técnico también está obligado a no quitarle ojo a la 'operación salida' del Manchester City. El técnico catalán tiene un auténtico 'overbooking' en su zona de ataque y tendrá que conseguir colocar a varios jugadores para que en el mes de julio no se encuentre con un importante problema durante la temporada. Y uno de ellos es Samir Nasri, quien en el último año ha estado cedido en Sevilla y no ha logrado convencer ni a su club de origen ni al conjunto hispalense.

El fichaje de jugadores como Gabriel Jesús o Bernardo Silva le ha cerrado definitivamente las puertas del City al internacional francés. A sus 29 años el futbolista no tiene sitio en la plantilla de Guardiola, así que ya ha asumido que en las próximas semanas tendrá que encontrar un nuevo destino en el que demostrarle a todo el mundo que todavía puede ser un hombre importante. Pero el problema es que a día de hoy prácticamente no hay clubes que estén dispuestos a hacer un importante desembolso por su fichaje.

La ficha, el principal obstáculo para los equipos interesados

El precio del jugador se ha devaluado considerablemente en su etapa en el Etihad. Según el portal 'Transfermarkt' su valor actual es de 16 millones de euros, una cantidad muy alejada de la que el equipo 'citizen' pagó en 2011 (27,5 millones) al Arsenal por su incorporación. Por lo tanto, el diario inglés 'The Sun' apunta que el club se ha visto obligado a rebajar considerablemente el precio de Nasri con la intención de 'colocarlo' pronto.

En un principio la intención de Guardiola era ingresar unos 18 millones de euros por el futbolista, pero ante la ausencia total de ofertas su nuevo precio ha pasado a ser 13,5 millones de euros. Un valor muy competitivo con el que pretenden compensar el gran problema que tiene este futbolista y que no es otro que su alta ficha. El francés cobra cerca de 9 millones de euros netos por campaña, así que el equipo que le quiera deberá hacer un tremendo esfuerzo para contentar al jugador y para satisfacer las pretensiones del club que tiene sus derechos.