Poco a poco el fútbol chino y asiático empieza a ganar en competitividad. Los clubes van perdiendo candidez a medida que incrementan su nivel gracias a la presencia de técnicos y jugadores europeos y sudamericanos de gran experiencia. Por eso en los últimos días la Champions League asiática local ha vivido una sorprendente polémica que probablemente hace unos años hubiera sido impensable.

Eliminatoria histórica

El azar ha querido que en cuartos de final de la máxima competición continental se enfrentaran dos equipos chinos, el SIPG de Shanghai y el Guangzhou Evergrande. El primero, entrenado por el portugués Villas-Boas, afrontó el partido de vuelta en el campo del equipo dirigido por Luiz Felipe Scolari con un 4-0 logrado en el partido de ida. Pero las cosas iban a ser mucho más complicadas de lo que podían esperar.

El partido de vuelta terminó con un claro 5-1 (4-0 en el tiempo reglamentario) que obligó a que la eliminatoria se marchara a los penaltis. Y allí fue el SIPG el equipo que tuvo más acierto para la alegría de Villas-Boas, aunque el ex preparador del Chelsea no se mordió la lengua en la rueda posterior del choque y acusó a su rival de llevar a cabo un plan realmente 'kafkiano'.

¿Tretas organizadas por el Guangzhou?

Según el luso su equipo se encontró en el autobús camino del partido con hasta cinco accidentes de tráfico diferentes que les hicieron detenerse. Algo que podría haber sido casualidad si no fuera porque en todos ellos estaban presentes los dos mismos vehículos. "Se trata del mayor logro de la historia del SIPG porque lo hicimos ante un club que domina la AFC. Es un club que puede hacer de todo, desde bloquear las reservas de los hoteles a lograr que la gente tenga accidentes delante nuestro. Es el mayor triunfo del SIPG y de estos jugadores" apuntó Villas-Boas.

De hecho, el entrenador se refirió a la extraña anulación que su equipo sufrió en el último momento por parte del hotel en el que se iban a alojar con la excusa de la presencia en la zona de un 'tifón'. Algo que lógicamente sirvió para desconcentrarles antes del partido y que influyó en la goleada encajada, si bien el conjunto de Shanghai se dio por satisfecho tras lograr su pase a semifinales desde el punto de penalty y se felicitó por lo que su técnico consideró una hazaña.