Hasta hace un par de meses el deseo de Iker Casillas y de su familia era continuar al menos otra temporada más en Oporto. El portero no ha podido ganar títulos en sus dos años en Portugal y tiene la espina esa pequeña espina clavada que le animaba a intentar buscar una renovación. Además, tanto su pareja como sus dos hijos están cómodos y felices en la ciudad, por lo que se daban todos los condicionantes para que así fuera. Pero los problemas económicos del club han acabado echando al traste todas estas ilusiones.

El Oporto quiere retenerle... pagando menos ficha

El próximo 30 de junio expira el contrato del portero y con él la 'ayuda' económica que le estaba proporcionando el Real Madrid al Oporto para pagar la ficha del mostoleño. Así, una de las condiciones que se ha autoimpuesto el club para conseguir prolongar su contrato es la de rebajar su elevada ficha para que la misma no acabe generándoles un grave problema a corto y medio plazo. Lo que se traduce en pasar unos 12 millones de euros brutos a casi la mitad; algo que el guardameta no termina de ver claro.

Por consiguiente las negociaciones para su renovación están casi rotas y el jugador ya está escuchando ofertas de otros clubes, ya que todavía no se plantea la retirada. Propuestas de Europa y Estados Unidos no le faltan, toda vez que la opción de acabar en China es casi utópica. Y no porque no haya clubes de este país interesados en él, sino porque la normativa local complica bastante que un guardameta extranjero acabe disputando la Superliga.

¿Por qué? Por una cuestión de margen de maniobrabilidad, ya que la liga china solo permite cuatro plazas por plantilla para jugadores extracomunitarios. Y de estos cuatro jugadores solo tres pueden jugar al mismo tiempo; lo que cual hace prácticamente inviable que un equipo local apueste por un foráneo para una posición en la que casi no hay rotaciones ni opciones de cambio.

Casillas quiere seguir jugando la Champions

Teniendo en cuenta este condicionante la 'Cadena SER' ha apuntado que la preferencia del ex jugador merengue es seguir en Europa. A Iker le gustaría probar suerte en una liga que no conoce como la Premier inglesa , la Serie A italiana o la Ligue 1 francesa. Y, puestos a pedir, el guardameta prefiere que su nuevo equipo juegue competición europea, porque considera que a sus 36 años aún tiene nivel suficiente para continuar en la élite y pretende seguir haciendo crecer el récords histórico de partidos disputado en esta competición, el cual ya figura en su poder.