El Chelsea protagonizó la semana pasada una de las grandes anécdotas del mercado de fichajes al no poder cerrar la contratación de Ross Barkley cuando todo parecía estar más que cerrado con su club, el Everton. El futbolista incluso llegó a viajar a Londres para pasar el reconocimiento médico, pero a última hora se echó atrás por una razón que no se ha conocido hasta ahora.

Una llamada que impidió un fichaje de casi 40 millones de euros

La noticia resultó realmente sorprendente porque el centrocampista parecía decidido a unirse al proyecto de los 'blues', si bien acabó rechazando esta gran oportunidad para su carrera por un motivo de gran importancia para él. Y es que, según han desvelado el programa radiofónico británico 'Monday's Alan Brazil Sport Breakfast', el futbolista no encontró las respuestas que buscaba antes de animarse a firmar su nuevo contrato.

"He oído algo realmente sorprendente sobre lo que ocurrió con la salida de Ross Barkley. Los representantes del jugador intentaron contactar con Antonio Conte, pero este tenía el teléfono apagado. El jugador quería saber dónde iba a jugar, así que el futbolista se enfrió y decidió no firmar. Debió pensar que si el técnico no le contestaba al teléfono es porque realmente no le quería" desveló el periodista Joey Barton.

En consecuencia, poco importó que el Chelsea hubiera apalabrado la operación con el Everton por una cifra cercana a los 40 millones de euros, porque ante la incertidumbre del papel que iba a jugar en su nuevo club el internacional inglés no dudó en dejar 'plantado' al actual campeón de la Premier League. Aunque eso sí, Conte tampoco tiene demasiadas razones para estar preocupado, ya que Barkley finaliza contrato con su club el próximo verano y todavía tiene opciones de convencerle de cara para completar su fichaje a 'coste 0' a partir del 1 de julio de 2018.