Romelu Lukaku fichó en el verano de 2014 por el Everton con el objetivo de demostrar que era un jugador a la altura de las expectativas que había creado tres años antes y que habían propiciado que el Chelsea desembolsara 15 millones por su incorporación. En sus primeros años de carrera el belga era visto como uno de los delanteros más prometedores del mundo, pero a partir de ahí empezó un duro periplo por el West Brom y por el propio Everton que generó muchas dudas sobre su capacidad para jugar en un gran club.

El camino ha sido largo y turtuoso y e implicó su fichaje por el equipo de Liverpool. Pero ha sido en él donde ha encontrado la estabilidad y la paz necesaria para recuperar sus mejores sensaciones y dejarse claro a sí mismo y a todo el mundo que es un delantero de primer nivel. De hecho, Lukaku suma hasta el momento 24 goles y 7 asistencias en 32 partidos de Premier y Copa, unos registros que le colocan como el 'Pichichi' indiscutible del fútbol inglés con 4 tantos de de ventaja respecto a Kane (23 del belga por 19 del futbolista del Tottenham).

Esto habría llevado al futbolista a tomar la trascendental decisión de cambiar de aires a partir del próximo 1 de julio. Lukaku podría contar con una propuesta del Manchester United e incluso el Chelsea también se habría mostrado interesado en su regreso. De ahí que quiera dar un salto en su carrera deportiva y probar suerte en un grande aprovechando que a sus 23 años ya ha madurado tanto como persona como jugador.

De hecho, el técnico del Everton Ronald Koeman reconoció el pasado jueves en rueda de prensa que el belga ya ha comunicado oficialmente al club que no renovará su contrato (el cual finaliza en junio de 2019) y que su deseo es ser traspasado en verano a otro equipo. Una petición que por otra parte no inquieta demasiado en Merseyside, pues confían en poder reclamar entre 60 y 70 millones de euros por el delantero de moda en Inglaterra.