Didier Drogba es incombustible. El delantero marfileño ha presumido durante toda su carrera de tener un físico privilegiado, por lo que ahora a sus 39 años recién cumplidos todavía se aferra a él para aplazar el momento en el que colgará sus botas. De hecho, tras jugar durante el último año en el Montreal Impact canadiense, ahora mira con ilusión a un nuevo proyecto de futuro.

El africano llevaba desde el pasado 1 de enero sin equipo después de finalizar su vinculación con el equipo de la MLS norteamericana. Así que estaba ante la tesitura de dejar ya el fútbol, pero en los últimos días se le ha cruzado una propuesta irrechazable: la opción de implicarse en el proyector del Phoenix Rising Sung de la United Soccer League (segunda división estadounidense).

Según este acuerdo Drogba pasará a ser el propietario de una parte de esta franquicia y podrá jugar durante una o dos temporadas para ayudarla a ascender a la MLS. Así, en el momento en que decida retirarse podrá seguir implicado en el equipo trabajando como técnico o incluso como directivo.

"Me he tomado mi tiempo para decidir lo que quería hacer después, pero estoy realmente entusiasmado por esta oportunidad para ayudar al Phoenix FC. (...) Estoy convencido de que podré ayudar a desarrollar su organización dentro y fuera del terreno de juego, porque creo que ninguna ciudad está mejor posicionada que Phoenix para expandirse en la MLS" ha asegurado el futbolista.

De esta forma ha confirmado que EE.UU será su última parada como jugador, pero al mismo tiempo probablemente solo sea la primera como profesional en los despachos o los banquillos.

Can confirm...
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The legend @didierdrogba is coming. https://t.co/YUPv5WRbNc
#RisingAsOne #Drogba2PHX #RaiseYourGame" pic.twitter.com/NPrBpBph2A

— Phoenix Rising FC (@PHXRisingFC) 12 de abril de 2017