Ancelotti pierde en Múnich el gran tesoro que tenía en Madrid


2017-09-29 16:09 Europa Por: Jaime de Carlos

Carlo Ancelotti no se encontró con lo que se esperaba en Múnich. Antes de ser despedido el italiano solo pudo celebrar una Bundesliga y dos Supercopas alemanas en el conjunto bávaro, y para colmo el juego del equipo nunca pudo ser brillante. Por eso la paciencia de sus dirigentes duró bien poco en este inicio de temporada y el técnico acabó siendo despedido el pasado jueves.

Situación crítica



La dura goleada sufrida (3-0) el miércoles en París ante el PSG abrió oficialmente un período de crisis en la institución. El Bayern ha perdido enteros como candidato a ganar la Champions League y no muestra ideas claras cuando está sobre el campo, por lo que las críticas contra 'Carletto' arreciaron en Alemania. De hecho, el Presidente Ejecutivo, Karl-Heinz Rummenigge, reconoció tras el partido que "tenemos que hablar claro y sacar conclusiones de lo que está sucediendo", lo que supuso el preludio de su cese.

Así pues el crédito de Ancelotti en Alemania se esfumó de la noche a la mañana tras el mal arranque del equipo en la temporada. Aunque más que el problema de resultados, lo que más preocupaba en el club era lo que estaba sucediendo de puertas para adentro. Sobre todo por las malas sensaciones que transmitía el vestuario del equipo y que hacían pensar que se estaba produciendo una ruptura evidente entre algunos jugadores y el míster.

El vestuario no arropa por completo al técnico

"No voy a responder a esa cuestión. Lo importante es que nos mantengamos unidos como equipo" comentó Robben el miércoles cuando un periodista le preguntó si todos los jugadores del Bayern apoyaban al técnico. Un silencio que en este caso seguramente valió más que mil palabras, porque resultaba evidente que Ancelotti estaba generando importantes dudas en sus propios futbolistas.

De hecho no se puede olvidar que hombres como Ribéry, Müller o el propio Robben tuvieron recientemente desplantes públicos hacia el preparador, mientras que James tampoco parecía estar muy cómodo a sus órdenes. Principalmente porque en París el italiano sustituyó al colombiano al descanso para intentar evitar la debacle, ya que para entonces el choque ya marchaba 2-0.

Así, la perdición de Ancelotti fue quedarse sin el mayor 'tesoro' del que hizo gala en el Real Madrid: el apoyo de los futbolistas. En el Santiago Bernabéu los jugadores estuvieron con él hasta el último día e incluso en algunos casos vieron mal su cese. Pero el vestuario del Bayern ha demostrando ser muy distinto al merengue al dejar 'Carletto' más solo que nunca. Y no parece que ahora muchos jugadores del club alemán vayan a echarle de menos...


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