El pasado viernes el diario 'Marca' se lanzaba a la piscina y daba por hecho que el Real Madrid tiene ya un acuerdo cerrado con De Gea para la próxima temporada. El rotativo madrileño aventuraba que en las próximas semanas el club blanco se sentará a negociar con el United para cerrar los términos del acuerdo, si bien habría ya un principio de entendimiento valorado en 75 millones de euros.

El conjunto merengue tiene más que asumido que para traer al portero tendrá que batir el récord de pago por un jugador de su posición. En el verano de 2001 la Juventus pagó al Parma 55 millones de euros por el fichaje de Gianluigi Buffon, una cifra que continúa vigente 16 años después. Así, todo hace pensar que en un par de meses la misma se verá considerablemente superada ante las elevadas pretensiones del equipo inglés, el cual se puede considerar como el gran triunfador de todo este larguísimo proceso.

Y es que no hay más que hacer cuentas para darse cuenta de los motivos de felicidad del Manchester United. El 31 de agosto de 2015 el Real Madrid y los 'red devils' pactaron el fichaje de De Gea por unos 30 millones de euros más la salida de Keylor Navas, quien en esos momentos estaba valorado en 12 'kilos'. Es decir, el traspaso iba a tener un montante total de 42 millones de euros. Pero cuando todo parecía estar cerrado llegó el famoso problema del fax orquestado por Van Gaal, lo que provocó que la operación se fuera al traste.

33 millones más caro que en 2015

Ahora, dos años después, la prensa ya habla de un fichaje valorado en 75 millones de euros. Es decir, un 78% más de lo que podría haber costado el futbolista en 2015. Lógicamente De Gea no ha incrementado tanto su precio desde entonces, ya que según el portal 'Transfermarkt' solo ha pasado de los 30 millones de valor a los 40 de la actualidad. Así que es comprensible que hoy por hoy ni Mourinho ni el United vayan a poner grandes trabas a la operación si el Real Madrid está dispuesto a asumirla.

Lo cierto es que el fichaje de De Gea ya es casi una obligación moral por lo ocurrido en 2015 y por las dudas que está dejando que Keylor en esta temporada con su irregular rendimiento. Por eso el equipo blanco no va a poner reparos en pagar tanto dinero por él. Pero a nadie se le escapa en el Santiago Bernabéu que al final se va a pagar a precio de oro al futbolista, y todo por culpa de ese holandés con 'malas pulgas' que entrenó al Barcelona y que fue capaz de burlar a todo el mundo valiéndose solo del reloj y del fax.