Cuando el Atlético de Madrid decidió apostar por el fichaje de Jan Oblak en el verano de 2014 el esloveno era un prometedor portero que venía de hacer una gran temporada en el Benfica. Los rojiblancos vieron en él un potencial recambio para Thiebaut Courtois, quien tenía previsto dejar el club en julio para regresar al Chelsea. Y no dudaron en desembolsar 16 millones de euros por un jugador que en ese momento tenía un valor de únicamente 4 millones, según datos del portal 'Transfermarkt'.

De todo ello hace hace menos de tres años. Y la cotización actual del guardameta es de 35 millones de euros, lo que le convierte en el cuarto portero del mundo con mayor precio. Actualmente solo le superan Manuel Neuer (Bayern de Múnich, 45 millones de euros), Thiebaut Courtois (Chelsea, 45 millones de euros) y David de Gea (Manchester United, 40 millones de euros).

Por lo tanto, el valor de Oblak se ha multiplicado casi por 9 en los últimos 39 meses y en el Atlético ha conseguido que ahora hasta parezca poco el dinero invertido por él. Porque hay que tener en cuenta que el esloveno sigue siendo el guardameta más caro de LaLiga española, ya que hasta ahora nadie ha superado los 16 'kilos' que se pagaron por él. Aunque eso sí, todo apunta a que este verano el fichaje de De Gea por el Real Madrid acabará pulverizando esta cifra, porque se habla de un traspaso récord en el mundo de 70 millones por el arquero del Manchester United.

Ante todo ello resulta entendible que en el Atlético se encargaran de renovar al jugador en febrero de 2016. Entonces Oblak firmó un nuevo contrato hasta el 30 de junio de 2016 y una cláusula de 100 millones de euros. Cantidad esta que por ahora permite que los atléticos estén tranquilos con el futuro de su portero, quien además está de enhorabuena en estos días tras haber logrado su segundo trofeo Zamora consecutivo (21 goles encajados en 29 partidos de Liga).