El Barcelona está adoptando estos días una actitud ciertamente 'cobarde' a la hora de encarar las negociaciones que quiere llevar a cabo. En el conjunto azulgrana no disponen de mucho dinero para facilitar la llegada de jugadores como Marco Verratti, Héctor Bellerín u Ousmane Dembélé, así que han adopado una estrategia según la cual pretenden que sean los propios futbolistas los que les pongan en bandeja el fichaje.

Como ya informamos hace unos días en 'Fichajes DC', el Barça ha hablado con Bellerín para que pida una reunión con Arsene Wenger y empiece a forzar su salida del Arsenal. En la Ciudad Condal ven coplicado convencer al equipo inglés de que venda al lateral si este no hace por su lado una labor de presión, así que le han pasado toda la responsabilidad de cargar con el trabajo sucio.

Verratti, otro que deberá presionar a su club

Y por lo que parece el caso de Bellerín no va a ser el único en el que el Barcelona pretende utilizar a los futbolistas para ablandar a sus clubes. Con Verratti también están empezando a actuar de la misma forma, porque ven casi imposible convencer al dueño del PSG, Nasser Al-Khelaifi, de que les traspase al italiano. Su deseo es que el centrocampista se reúna con el dirigente y fuerce su venta exponiéndole su descontento en París. 

El Barcelona se siente a esperar novedades

Por lo tanto, de momento el Barça prefiere esperar y aguardar acontecimientos mientras que dos de sus grandes objetivos mueven ficha y gestionan la parte más difícil de su traspaso. En el Camp Nou no están por la labor de desgastarse y fían todo a que Bellerín y Verratti se planten y obliguen al Arsenal y el PSG a vender para evitarse un problema. Pero esta es una táctica con riesgos importantes.

Sobre todo porque su resultado dependerá mucho de la posición de fuerza que tome el jugador y de lo firme que sea su petición de marcharse. Tanto el español como el italiano parecen dispuestos a vestir de azulgranas, pero está por ver si su deseo es tan fuerte como para compremeter su situación de estabilidad en sus equipos y como para iniciar una 'guerra' interna que pueda dejarles en evidencia ante su club y sus aficionados.