El Barça ofende a cada club al que pregunta


2017-06-28 11:06 España Por: Nacho Heras

El Barcelona está moviéndose este verano por el mercado de fichajes con una premisa básica: pidan lo que pidan otros clubes por un futbolista, ellos intentarán regatear el precio para ahorrarse la mayor cantidad de dinero. Esto es algo que está sucediendo con Bellerín, con Verratti y con Dembélé; y que también va a acabar por producirse con Paulinho.

El conjunto catalán ha tenido que fijarse en el jugador brasileño porque la opción de Verratti resulta muy compleja. El PSG se niega a negociar por el italiano y en el caso de aceptar hacerlo pediría más de 100 millones de euros por su traspaso. Así que en el Camp Nou consideran que Paulinho es un buen 'plan B' por jugar en la Superliga china y por conocer bien el fútbol europeo tras su paso por el Tottenham.



El Barça también quiere rebajar 15 millones por Paulinho

Sin embargo, su intención de rebajar el precio de cada jugador que tocan va camino de dar también al traste con esta operación. El club propietario del futbolista, el Guangzhou Evergrande, ya ha comunicado que no venderá a su estrella por menos de 40 millones de euros. Y en Barcelona solo están dispuestos a pagar 25 'kilos', por lo que las diferencias entre las dos partes son lo suficientemente amplias como para que el traspaso sea bastante complicado.

Además, en este caso el Barça ha pinchazo en 'hueso' porque el Guangzhou es el club más importante de China y no tiene la necesidad de vender al jugador No en vano, el propio Paulinho se ha mostrado bastante reservado a la hora de hablar del interés culé. "Ha habido contacto y oferta. Pero hoy estoy en un momento muy feliz de mi vida y en mi carrera y es complicado decidir. Tengo que valorar muchas cosas para tomar una decisión, porque en primer lugar mi esposa y yo vivimos muy bien en China. (...) No tengo plazo para responder, pero mi club y el Barça deberían ponerse de acuerdo" aseguraba el centrocampista.

La imagen del Barça, por los suelos

Acuerdo que no parece sencillo. El Barcelona sabe que ahora mismo no cuenta con un gran presupuesto para fichajes (unos 75 millones de euros antes de ventas), lo que le obliga a intentar regatear en cada operación que aborda. Pero el problema es que sus primeras ofertas suelen ser tan bajas que acaban ofendiendo a los clubes vendedores, lo que dificulta que el traspaso se cierre y además daña la imagen del club azulgrana.


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