El Barcelona está en un momento en el que, haga lo que haga, lo más probable es que le salga mal. La entidad culé se las prometía muy felices en la mañana del lunes con la presentación de Ousmane Dembélé, pero al final todo derivó en un auténtico caos organizativo que provocó que la afición mostrara su enfado e incluso aprovechara el acto para cargar contra la directiva y solicitar la dimisión del presidente de la entidad, Josep María Bartomeu.

Retraso de dos horas

Los ánimos en el club azulgrana llevan estando muy caldeados varias semanas. La salida de Neymar, los problemas del club para fichar, la derrota ante el Real Madrid en la Supercopa de España o la no renovación de Messi han provocado que no pocos aficionados del Barcelona estén hartos con el rumbo que está siguiendo la institución. Por eso en la presentación de Dembélé no hizo falta mucho para que se prendiera la 'mecha' de su indignación.

De hecho, el propio conjunto estuvo poco avispado a la hora de programar el acto. Lo fijó para el lunes, aun a sabiendas de que para entonces podían faltar pocos detalles para cerrar el acuerdo... Así que el resultado fue que los seguidores que se acercaron al Camp Nou tuvieron que esperar dos horas a que el futbolista posara con su nueva camiseta porque el Dortmund no enviaba el transfer a consecuencia de unos pequeños problemas burocráticos.

El presidente y la directiva, señalados

Esto provocó que fans del equipo azulgrana no dudaran en 'matar' el tiempo cargando contra la directiva y abucheando al presidente Bartomeu. Incluso se llegó a ver una espectacular pañolada en las gradas que avergonzó al propio Dembélé. Y es que el jugador, al ver lo que estaba ocurriendo, decidió salir a calmar los ánimos y a pedir tranquilidad a su nueva afición.

Finalmente todos los detalles de la operación se cerraron y el jugador pudo ser presentado, pero quedó a la vista de todo el mundo que el barcelonismo está hasta las narices de la actual directiva. Tanto como para pedir la dimisión de su presidente hasta en el día más feliz del club en este verano, el de la presentación del futbolista más caro de su historia.

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La gestión de Florentino humilla a la de Bartomeu (29-07)

Real Madrid y Barcelona son constinuamente sometidos a comparación en todos los aspectos. En juego, títulos, futbolistas... y en verano también en lo que respecta a la forma de actuar en el mercado. Y lo cierto es que en este aspecto no hay color en los últimos años, porque la gestión merengue está demostrando estar a años luz en eficiencia y rentabilidad en relación a la culé.

En este inicio de temporada los madridistas están mostrándose como los claros vencedores en el duelo de directivas. Y es que los datos que hacen referencia a la forma de trabajar de unos y otros retratan a los azulgranas y coronan a los merengues.

Los datos hablan a favor del Real Madrid

Según información proporcionada por el portal 'Transfermarkt' a finales de julio, en las últimas diez temporadas la balanza de gastos-ingresos en fichajes es de -379,95 millones para los madridistas y de -497,58 millones para los culés. Es decir, los dos gastan más dinero que el que ingresan en operaciones por futbolistas, algo lógico si se tiene en cuenta que sus ingresos en otros conceptos son realmente grandes.

Sin embargo, esta diferencia crece si nos centramos en lo que ha ocurrido en los últimos cinco años. Ahí el desequilibrio es evidente, porque los madridistas solamente han perdido -67,65 millones en traspasos; mientras que los azulgranas se han dejado por el camino casi cinco veces más dinero: 303,17 millones de euros.

Las ventas tienen la clave de todo

Si se tiene en cuenta que Florentino lleva en el club desde 2009 y que Bartomeu (primero con Rosell de presidente y luego él como máximo dirigente) está en el Barça desde un año después, es evidente que estas dos directivas siguen dos políticas muy distintas a la hora de acudir al mercado de fichajes. Principalmente a la hora de vender, porque ahí está el principal problema azulgrana: en los últimos 5 años vendieron a 54 jugadores por 186,50 millones; mientras que el Madrid hizo lo propio con 56 futbolistas e ingresó... ¡434,85 millones de euros!

Lógicamente aún queda mucho verano y estos datos pueden acabar volando por los aires y cambiar por completo. Pero en el fondo, ocurra lo que ocurra, no se podrá tapar que desde hace varios años el Real Madrid le está dando auténticas lecciones a su gran rival sobre cómo se pueden rentabilizar las compras y ventas de futbolistas y al mismo tiempo contar con la mejor plantilla del mundo.