Gerard Deulofeu está viendo cómo sus peores temores se empiezan a cumplir tal y como figuraban en sus pesadillas. El futbolista regresó el pasado verano al Barcelona con reticencias por la posibilidad de que el equipo azulgrana volviera a suponer un frenazo para la buena progresión que había mostrado en su etapa en Milán. Y tras tres meses en la Ciudad Condal ya se está dando cuenta de que su desconfianza no era infundada.

La paciencia con el jugador se ha acabado tras siete partidos

El extremo pidió al equipo azulgrana que le diera una oportunidad para triunfar en su vuelta al Camp Nou. Sin embargo, esta solo ha durado siete partidos. Hasta ahora Deulofeu solo ha tenido 424 minutos de juego para ganarse un puesto, algo que no ha conseguido a ojos de Valverde a pesar de haber dado un par de asistencias en LaLiga.

No en vano, el canterano lleva desde el pasado 19 de septiembre sin jugar y el técnico ya ha dicho que percibe en él una evidente falta de confianza cuando está en el terreno de juego. Algo hasta cierto punto lógico si se tiene en cuenta que el propio jugador está percibiendo cómo el Barcelona le ha empezado a poner en el punto de mira e incluso ya muestra dudas sobre su continuidad.

De querer renovarle a pensar en su traspaso

Y es que el equipo catalán ha pasado de querer renovarle por su baja cláusula de rescisión (de solo 20 millones de euros) a filtrar que solo le mejorará el contrato si tiene esta temporada un buen rendimiento. Lo que equivale a decir que solo si este curso está a la altura del equipo se ganará la posibilidad de seguir en la plantilla de cara a la próxima campaña.

Ante ello Deulofeu está molesto y preocupado. El jugador se temía en julio que esta situación acabara dándose durante la temporada, pero lo que no esperaba es que sucediera tan pronto. Su ilusión siempre ha sido triunfar en el Barcelona, pero considera que el club nunca le ha demostrado la confianza que necesita ni le ha dado tranquilidad y estabilidad para demostrar todas sus cualidades. Por eso empieza a pensar que cometió un terrible error al creerse las promesas del club y aceptar su vuelta tras brillar a principios de año en la Serie A italiana.

Los tres 'estorbos' que quiere vender el Barcelona

El Barcelona tiene un serio problema en su plantilla en forma de jugadores que no emplea y que no cuentan para Valverde, y por eso a los culés les urge quitarse de encima a Arda Turan, Alcácer y Vermaelen.

Ahora, Valverde se encuentra con una serie de futbolistas que no le sirven para nada y con los que no cuenta pero que están ocupando ficha y tienen un papel totalmente residual en la plantilla. Son Arda Turan, Vermaelen y Paco Alcácer, tres hombres con muy poco protagonismo que tendrían que haber salido del Camp Nou en el pasado verano.

El caso de Turan es sangrante. Un ejemplo de malísima operación para el Barça, que pagó una millonada por él procedente del Atlético de Madrid. Ahora no es valorado porErnesto Valverde, no ha jugado ni un minuto y sigue devaluándose en el mercado pese a que algunos equipos todavía le quieren. Su marcha a Turquía se frenó este verano en el último momento y desde Inglaterra se asegura que el Arsenal todavía le sigue esperando.

Paco Alcácer, por su parte, ha tenido algo más de protagonismo pero nunca ha terminado de gustar en el Camp Nou. Los escasos minutos que tiene nunca son aprovechados y terminará diciendo adiós al club más pronto que tarde, siendo otro ejemplo de negocio ruinoso para el Barça.

Y finalmente otro caso similar a este es el de Vermaelen. Parece ya un ex futbolista por el poco protagonismo que ha tenido siempre en el Barcelona y necesita irse urgentemente si quiere disputarel Mundial con Bélgica, ya que viviendo a la sombra de Umtiti, Piqué y Mascherano no se ganará una convocatoria para Rusia.