Bastian Schweinsteiger por fin puede decir que le ha puesto punto y final a una aténtica pesadilla. El alemán se vio marginado desde prácticamente el primer momento tras la llegada de José Mourinho al Manchester United, por lo que no tardó en darse cuenta de que su destino estaba lejos de la Premier League. Aunque lamentablemente para él su situación no fue precisamente corta, ya que no ha sido hasta esta semana cuando ha podido firmar su traspaso al Chicago Fire de la Major League Soccer estadounidense.

La operación se ha cerrado por 5 millones de euros, de manera que el teutón ha podido cumplir su objetivo de dejar atrás la experiencia de Old Trafford. Para el recuerdo quedarán sus 4 partidos que ha jugado a las órdenes de Mourinho, los cuales ni siquiera pudo jugar completos (134 minutos en total). De hecho, el propio futbolista prefirió entrenarse en estos últimos días en las instalaciones del Mallorca en lugar de utilizar las instalaciones del United, tal era su deseo de no seguir encontrándose con el ex entrenador del Real Madrid por los pasillos.

Así, Schweinsteiger ya ha sido presentado como una estrella en el Chicago Fire, franquicia estadounidense que en estos momentos ocupa la séptima plaza en la MLS tras la disputa de únicamente tres partidos. En el Estado de Illinois esperan que el teutón dé un salto de calidad a un centro del campo de postín en el que ya militan otros jugadores de primer nivel como Juninho y Dax McCarthy, por lo que en la prensa local incluso ya sueñan con la posibilidad de que este equipo pueda jugar a corto o medio plazo un Mundial de Clubes de la FIFA en condición de vencedor de la Liga de Campeones de la CONCACAF.