En el Inter de Milán nadie se olvida de que el equipo hace solo siete años era campeón de Europa. De la mano de José Mourinho lograron revivir un éxito que no protagonizaban desde la década de los 60. Pero en lugar de servir este acontecimiento de acicate para tomar una inercia de éxito y triunfos, el equipo volvió a hundirse tras la salida del portugués al Real Madrid. Y desde entonces el histórico conjunto italiano anda instalado en una mediocridad que ahora sus nuevos propietarios chinos intentarán solucionar recurriendo a la chequera.

Los dos grandes clubes de Milán han sido comprados por capital chino. Primero fue el Inter el que completaba su venta en junio pasado al grupo Sunin; mientras que hace solo unos días Berlusconi también confirmaba el traspaso de las acciones del equipo 'rossonero' al grupo de origen asiático Sino Europe. Por eso el gran duelo de la ciudad promete llevarse el próximo verano a los despachos, ya que los dos clubes contarán con dinero para reforzar sus plantillas e ilusionar a su afición.

Y en este sentido el Inter tiene ventaja por tener una directiva algo más asentada. En el conjunto 'neroazurro' tienen claro que con Icardi y Perisic no les basta para liderar su ataque, por lo que ya se han fijado en un futbolista que poco a poco está empezando a marcar diferencias en el fútbol europeo: Bernardo Silva. El jugador del Mónaco está siendo una de las grandes revelaciones de la presente edición de la Champions League, por lo que el conjunto del Giussepe Meazza sueña con poder convencer al conjunto del Principado para cerrar su fichaje.

El problema es que el Inter sabe que el portugués cuenta con numerosas 'novias' y él no puede competir de tú a tú con ellas. Equipos como la Juventus o el Bayern de Múnich ya han preguntado por el habilidoso extremo, por lo que a la hora de la verdad estos tendrán ventaja por contar con un proyecto más ambicioso y poder disputar la Champions League la próxima temporada. Aunque ilusión no falta en Milán, ya que siguen confiando en sus opciones y podrían estar preparando una oferta de más de 60 millones de euros para hacerse con Bernardo Silva.