Nacho Fernández ha tenido que hacer gala de mucha paciencia, pero por fin está viviendo la temporada de su confirmación. A sus 27 años recién cumplidos el defensa se ha convertido en un futbolista imprescindible para el Real Madrid, ya que las constantes lesiones en la zaga de hombres como Varane o Pepe han permitido que actualmente sea el séptimo jugador de la primera plantilla con más minutos (3.017, sin contar los de este fin de semana) y el segundo defensa central tras Sergio Ramos. 

Como ya destacamos hace unos días en 'Fichajes DC', el madrileño le está muy agradecido a Zidane por haber sido clave en su continuidad. El pasado verano Nacho estuvo a punto de dejar el club para marcharse a la Roma, ya que había sido el cuarto central por minutos del plantel y consideraba que necesitaba más oportunidades. Así que optó por reunirse con el técnico y plantearle la situación y la respuesta que encontró de este fue muy positiva, ya que le reiteró su confianza y le aconsejó que no se fuera, ya que tenía previsto cumplir con sus expectativas.

Tan convincente fue el discurso del de Marsella que el canterano no se lo pensó más y decidió quedarse. Y esta fue una decisión que vista ahora con la perspectiva de los meses no puede hacer más feliz a Nacho. Así lo destacó hace unos días en una entrevista para la revista 'Dtlux'. "Quedarme en el Real Madrid ha sido mi mejor decisión. Estoy donde quiero estar y además jugando mucho, que es lo importante" ha comentado el futbolista. 

"Me quedé por la confianza que me dio el míster y que el club ha depositado en mí" ha apostillado. Por eso ahora Nacho está encantado con su rol en el equipo y no ve cerca el día en el que acabe dejando el club. Al fin y al cabo lleva toda la vida en el Real Madrid, por lo que su sueño siempre ha sido hacer carrera en el primer equipo y poder retirarse el día de mañana vestido de blanco. A lo largo de la historia merengue no faltan ejemplos de canteranos merengues que lo consiguieron, por lo que el '6' madridista ya se lo está empezando a marcar como objetivo sin dejar de lado la habitual humildad que le caracteriza.