Gerard Piqué vivió el domingo uno de los peores días de su carrera deportiva y de su vida. Él mismo lo reconoció al comparecer ante la prensa con el partido ante Las Palmas (3-0) acabado después de que el club decidiera disputar a puerta cerrada. Estalló cuando le pusieron las cámaras y los micrófonos delante para criticar lo sucedido en Cataluña, e incluso no pudo evitar que algunas lágrimas corrieran por sus mejillas.

Sin embargo, al central no solo le dolió la respuesta del Gobierno al Referéndum ilegal que se intentó celebrar en su Comunidad Autónoma. También el escoció especialmente el duro episodio que tuvo que vivir minutos antes del inicio del partido en el vestuario de su equipo. Porque la plantilla culé se dividió en dos a la hora de decidir si jugaban el encuentro o, por el contrario, se negaban a saltar al campo con el consiguiente riesgo de que se les diera el choque por perdido por 0-3 y además se les retiraran otros tres puntos más en la clasificación.

Piqué, arrinconado

Un par de horas antes la directiva culé había empezado a promover el boicot al partido. Los dirigentes culés querían protestar por lo que estaba sucediendo logrando que se suspendiera el choque. Por eso intentaron adoctrinar a los futbolistas para que los apoyaran en esa idea, pero la negativa de la Federación y LaLiga a aceptar esta situación provocó que todo el peso cayera en los futbolistas. Y estos no tuvieron dudas y arrinconaron claramente a Piqué para obligarle a disputar el choque.

Y es que según el diario 'Mundo Deportivo' solo el 10 % de los jugadores (2 ó 3) hicieron fuerza para no jugar. Y aunque esta información no lo dice, Piqué fue uno de ellos. El central no se veía capaz de saltar al campo, pero estaba prácticamente solo ante la fuerza de la decisión de la mayoría de sus compañeros. De hecho, Messi sí quería jugar el encuentro. Y ante la palabra del argentino Gerard sabía que no tenía nada que hacer.

División en la directiva y el vestuario

Poco después llegarían las dos dimisiones en la directiva de los azulgranas y las lágrimas de Piqué. La división en el seno del club ha sido más evidente que nunca, aunque en realidad lleva muchos meses produciéndose. Tanto sus dirigentes como sus futbolistas siguen ideas y caminos distintos. Una situación que está generando terribles tensiones internas y que amenaza con fracturar definitivamente la institución, en una triste metáfora de lo que también está sucediendo entre España y Cataluña.

La opinión de Guardiola sobre lo sucedido en Cataluña

El técnico Pep Guardiola también quiso dar su opinión sobre lo ocurrido el domingo 1 de octubre en Cataluña. El entrenador que cobra deun equipo financiado con dinero de Qatar -país en el que no se respetan los derechos humanos fundamentales- se ha atrevido, de nuevo, a dar lecciones de democracia y de convivencia al gobierno español y a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado. Así hablaba Guardiola en una entrevista para Rac-1 y Catalunya Radio…

Falso elogio a España

“España es un país impresionante. Se piensan que odiamos a España pero no es así. Literatura, deporte, ciudades…hay mil cosas espectaculares en España pero Cataluña es un pueblo que quiere elegir su futuro. No estamos haciendo daño a nadie”.

Convivencia en Cataluña

“Es muy fuerte. Tendríamos que parar esto pero es muy difícil regresar a las Cortes y dialogar. El presidente del Gobierto español debe conversar y no hablar siempre desde el plasma. Las cosas no son como antes, los anhelos cambian. ¡Y lo mejor de todo es que desconocemos si Cataluña quiere independizarse!

Palo al Barça de Bartomeu

“Yo no habría disputado el partido pero sí se juega nunca a puerta cerrada. Yo creo que habría que haber hecho las cosas de una manera diferente en mi opinión”.

Bolas de goma de la Policía

"Leo 'El País', 'El País', ¿eh? Informaban que se ha herido a policías. ¿Con qué, con votos? En todo caso, ha sido al revés: se ha herido a gente con pelotas de goma, que no son legales en Cataluña. Y a una chica le han roto los dedos".