El Barcelona no para de toparse con enemigos en sus intentos de reforzar su plantilla de cara a la nueva temporada. En el caso de Paulinho no solo cuenta con la oposición de su club, el Guangzhou chino, sino que también está viendo cómo el tiempo se convierte en un serio problema a la hora de gestionar la operación. Y todo porque en la Superliga del país asiático los plazos del mercado de fichajes son totalmente distintos a los de Europa, lo que da a su equipo una razón de peso para rechazar la salida inmediata del jugador.

El mercado chino, a punto de cerrarse

Tras 13 días sin apretar por el fichaje, al Barcelona le empiezan a entrar ahora las prisas. Y todo porque el viernes al mediodía (hora española) el mercado de fichajes del fútbol chino quedará totalment cerrado. Lo que quiere decir que a partir de ese momento el Guangzhou no podrá fichar a ningún relevo para su centrocampista, algo que sería muy importante en su planificación si se tiene en cuenta que es uno de los equipos punteros de su campeonato y máximo aspirante al título liguero.

El martes el club rechazó la segunda oferta culé por Paulinho. Esta era de 25 millones de euros fijos más dos en variables, una cantidad que mejoraba considerablemente los 20 'kilos' de la primera propuesta. Pero el Guangzhou no la aceptó a pesar de que le supondría ingresar casi el doble de lo que pagó hace dos años por el futbolista. Simplemente porque no tendría prácticamente tiempo para contratar a un futbolista de similar calidad con el que reemplazar a su gran estrella.

Solo 40 millones solucionarían el puzzle

Así, en el equipo chino se remiten a la cláusula de rescisión del internacional brasileño, la cual está situada en 40 millones de euros. Si el equipo catalán se presenta con esta cantidad no podrán negarse, por lo que el futbolista sería suyo. El problema es que en el Camp Nou saben que este jugador de 29 años no vale ni mucho menos esa cantidad, por lo que no están por la labor de tirar la casa por la ventana en un verano en el que precisamente están con el agua al cuello en lo económico.

Por lo tanto, en poco más de 24 horas el futuro del futbolista deberá definirse en un sentido o en otro. Paulinho ya lleva unos días haciendo presión para que el Guangzhou escuche la oferta azulgrana, ya que considera que está ante la gran oportunidad de su carrera. Pero mientras el equipo no ceda habrá poco que hacer. O 40 millones o el centrocampista se quedará donde está al menos hasta el mes de enero, ya que el Barcelona no tiene la capacidad de persuasión suficiente para dar un giro radical a los acontecimientos.