El tremendo disgusto que se llevó Dembélé tras ser intervenido


2017-09-24 11:09 España Por: Jaime de Carlos

Ousmane Dembélé no se ha encontrado con lo que se esperaba a su llegada a Barcelona. El jovencísimo jugador francés solo duró tres partidos perfectamente sano, ya que se lesionó de gravedad la pasada semana en Getafe. Así, tuvo que ser intervenido el martes en Finlandia y tras detectar una doble lesión en su muslo izquierdo los doctores creen que como mínimo deberán estar tres meses y medio sin poder jugar.

El futbolista todavía cree poder acortar los plazos



Su problema es serio por tratarse de una rotura del tendón del bíceps femoral que además también ha afectado a la musculatura. De esta forma, y a pesar de que la operación fue a las mil maravillas, los pronósticos le auguran una larga travesía por el desierto antes de poder calzarse las botas. Y en este sentido poco importarán las ganas o el ímpetu que muestre el futbolista por recuperarse rápidamente, porque en estos casos no hay milagros posibles.

De hecho, como ya informamos el pasado viernes en 'Fichajes DC', el futbolista va 'prometiendo' que en un par de meses estará listo para jugar. Algo que es imposible que suceda, ya que su problema precisa de casi el doble de tiempo para cicatrizar y desaparecer por completo. Por ello todavía deberá estar tres semanas totalmente inmovilizado antes de poder iniciar la fisioterapia y la rehabilitación que debe facilitar que su pierna recupere sus funciones y capacidades habituales.

El 'Clásico' de diciembre, descartado para él

Así que lo lógico es que el francés no vuelva a jugar en lo que resta de año. Según ha informado el diario 'Mundo Deportivo' lo primero que preguntó Dembélé tras ser intervenido en Finlandia es si iba a poder jugar el 'Clásico' del próximo 23 de diciembre en el Santiago Bernabéu. Como es lógico este partido le hacía especial ilusión por ser el primero de estas características que iba a vivir con jugador culé. Pero la respuesta de los doctores no pudo ser más dura para él.

"No" contestaron al delantero de forma rotunda. Así que Ousmane se llevó un disgusto importante al darse cuenta de la mala suerte que ha tenido. Para el duelo más importante del fútbol español ya quedan menos de tres meses y este no es tiempo suficiente como para que pueda jugar con garantías de no volver a romperse... lo que va a hacer que el francés empiece a pensar ya en el choque del Camp Nou que estos dos conjuntos deberán jugar en el fin de semana del 5 y el 6 de mayo de 2018.


El enfado de Dembélé con Valverde

La grave lesión de Ousmane Dembélé ha dejado en evidencia el mal rollo que hay en el vestuario del Barcelona y el tremendo enfado del jugador con su entrenador, Ernesto Valverde, quien en la rueda de prensa que concedió hace unos días atacó al francés por la acción en la que se lesionó. “Se hizo su problema con un taconazo, que es el gesto más violento para el bíceps femoral. Un jugador más veterano hubiese dejado que el balón se marchara por la línea de fondo”, dijo Ernesto Valverde ante los medios de comunicación sobre la acción en la que Dembélé se hizo daño.

Como es lógico estas palabras le han sentado al francés como una patada en el trasero porque no entiende cómo su entrenador le critica de tal manera, y más aún delante de todos la prensa y solo un par de días de después de lesionarse de gravedad para cerca de cuatro meses.

Dembélé está muy molesto con el técnico y con el Barcelona por el trato que le han dado desde que se ha lesionado porque siente que no le han arropado y que le han echado a los leones señalándole como el gran responsable de lo ocurrido por culpa de un taconazo a destiempo. El malestar del delantero con Ernesto Valverde es tremendo porque él siente que lo ha dado todo por el club desde que ha llegado, trabajando a destajo para alcanzar cuanto antes el ritmo de competición y ahora su técnico se lo paga con una ‘rajada’ pública.

Y es que Dembélé considera que ha sido sometido a bastante estrés hasta su llegada al Barcelona por todo lo ocurrido durante el verano y que el hecho de no haber podido desarrollar la pretemporada en condiciones tenía que haber servido para recibir algo más de ayuda por parte del 'Txingurri'. Sin embargo, el jugador se ha encontrado con la ‘rajada’ pública de Ernesto Valverde, una situación que no se esperaba y que saca a la luz la falta de tacto y el mal rollo que hay en el vestuario del conjunto catalán.


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