Si Unai Emery conservaba alguna opción de aferrarse al banquillo del PSG tras la hecatombe sufrida en el Camp Nou, esta probablemente se esfumó el pasado domingo con la derrota de su equipo (3-1) ante el Niza. El equipo capitalino estaba obligado a ganar a la gran revelación del fútbol galo para continuar con opciones de conseguir el título de la Ligue-1, pero este resultado prácticamente hizo campeón al Mónaco y dejó al vasco al pie de los caballos.

Tras cuatro años consecutivos alzando la liga francesa, Emery sabía que este año el mínimo que se le exigía desde el club era igualar este éxito. Sin embargo, el Mónaco se le ha cruzado en el camino, pues a día de hoy le aventaja en 3 puntos y ha disputado un partido menos a falta de tres semanas para la finalización del campeonato. Lo cual obliga a que el equipo del Principado tenga al menos dos tropiezos y que el PSG gane todos sus compromisos para que aún tener algunas posibilidades de conseguir el título más importante del fútbol francés.

Algunos podrán decir que la trayectoria de Emery no está siendo tan mala por haber conquistado ya la Copa de la Liga y estar en la final de Copa. Pero en la directiva del PSG no están ni mucho menos satisfechos con la temporada que está haciendo el equipo. Consideran que tienen una plantilla para ganar sin apuros todas las competiciones francesas y para haber llegado al menos a semifinales de la Champions, por lo que el español está ahora mismo más fuera que dentro del club.

La decisión no se empezará a tomar hasta los últimos días de mayo, pero ya son pocos los que apuestan por la continuidad del ex entrenador del Valencia y Sevilla. Emery ya ha empezado a planificar la próxima temporada e incluso habría elaborado una lista de jugadores a los que considera vital traspasar para mejorar el rendimiento del equipo, pero esta última decepción podría haber sido la gota que colma el vaso de la paciencia parisina. De ahí que su futuro en Francia penda de un hilo, aunque en caso de confirmarse su salida probablemente no pasaría mucho tiempo en el paro, porque en Italia la Roma de Monchi ya ha mostrado su interés en contar con sus servicios.