El 'Cholo' Simeone es el máximo exponente de la filosofía del 'partido a partido'. Y lo cierto es que esta idea la lleva a todos los ámbitos de su vida, incluyendo su situación profesional. Porque aunque tiene contrato hasta junio de 2018, el argentino quiere decidir su futuro una vez que termine la presente temporada. De hecho, esto es algo que ya hizo la pasada temporada tras perder la final de la Champions de Milán y reconocer que necesitaba "pensar" y que no tenía claro cuál iba a ser su futuro más inmediato.

Simeone es un hombre que ama profundamente al Atlético. Pero al mismo tiempo sabe que, como en la vida, en el fútbol todas las cosas tienen un principio y un final. Y tras casi seis años al frente del entiende que está entrando en la recta final de su estancia en Madrid. Por eso el pasado mes de septiembre le pidió al club que le renovara y le 'recortara' en dos años su contrato, pasando de los cuatro años que aún tenía (hasta 2020) a solo dos (hasta 2018). Todo con el objetivo de tener más margen de maniobra para decidir su futuro y no hipotecar su carrera como entrenador.

En consecuencia, el argentino todavía tiene 14 meses más de contrato con el conjunto colchonero, lo que el Inter de Milán está aprovechando para llamar a su puerta y tentarle. El conjunto italiano sabe que tiene el factor sentimental a su favor, ya que el 'Cholo' es interista, visita asiduamente la ciudad y es muy amigo de Javier Zanetti, actual vicepresidente de la entidad. Unos aspectos a los que también pretende sumar el factor económico, ya que en Italia apuntan a que le están poniendo sobre la mesa un cheque en blanco para que se comprometa por fin con su proyecto.

Si gana la Champions el adiós estará más cercano

Así que es entendible que ahora mismo Simeone esté dudando y no se atreva a dar una respuesta a los 'neroazurros' a pesar de que estos le están metiendo prisa. El entrenador está centrado en acabar la temporada dejando al Atlético en la tercera plaza y, por qué no, ganando la primera Champions League de su historia. De hecho, lo que suceda en esta competición puede acabar siendo clave en el futuro a corto plazo del argentino.

Y es que Simeone tiene la 'espina clavada' de haber perdido dos finales de la máxima competición continental. Él, hombre profundamente maniático y supersticioso, está convencido de que no hay dos sin tres y de que... a la tercera irá la vencida. Por eso está decidido a seguir peleando para plantarse en su tercera final para cumplir con su gran aspiración. En estos momentos no contempla la opción de dejar el Atlético por la puerta de atrás sin ganar la 'Orejona', por lo que si logrará el 'milagro' podría encontrar en ella la principal razón para marcharse.

Su ilusión es que el día que deje a los rojiblancos lo haga en paz y con el mejor título de clubes bajo el brazo, de forma que una victoria en la final de Cardiff podría precipitar su adiós, al igual que ya ocurriera en 2010 con Mourinho cuando precisamente era entrenador del Inter. Razón esta más que suficiente para que ahora mismo no quiera pensar en su futuro y esté aparcando la decisión definitiva al próximo 4 de junio, fecha en la que ya habrá finalizado oficialmente la temporada.