Leo Messi siempre ha afirmado ser muy barcelonista. El jugador presume de llevar los colores azulgranas en el corazón mientras en el club le contemplan embobados. Sin embargo, a la hora de la verdad, el argentino acaba pidiendo siempre un dineral a la hora de negociar con su 'amado' club. En lugar de demostrar con hechos su pasión por lo culé exige ser el futbolista mejor pagado del mundo y termina por ser colmado por unas cantidades que en su última renovación suenan hasta aberrantes.

En Barcelona harían bien en preguntarse la razón por la que cada dos años más o menos se ven obligados a renovar a su gran estrella. Si Messi les tuviera tanto cariño no dudaría tanto. Pero al final siempre se le despejan las inseguridades según el club le va poniendo billetes sobre la mesa. Y el último ejemplo es su gran renovación, la cual no incluye solo cantidades fijas por cada una de las tres temporadas (más una cuarta opcional) que también ha firmado, sino también suma una tremenda prima de fichaje.

La 'tradición' culé de la prima de fichaje

En el Camp Nou quieren gratificar a su estrella por simplemente aceptar renovar su contrato. Antes ya lo hicieron con otros jugadores como Neymar, Mascherano o Busquets. Y es que la fidelidad se compra en el Barcelona, porque en el caso del argentino serán 50 millones de euros brutos extra . ¡50 millones! Y para ello el club los distribuirá temporada a temporada para que su presupuesto no se vea muy afectado y las cuentas les cuadren más fácilmente.

Así, el 'crack' recibirá cerca de 30 'kilos' limpios en estos cuatro años por simplemente haber aceptado la oferta del Barcelona para seguir. Una cantidad que habrá que sumar a su ya estratosférico sueldo, el cual le convierte en el futbolista mejor pagado del fútbol europeo. Unas cantidades de auténtica locura que llegan tras su octava renovación...

Ocho renovaciones de Messi

Y es que en los trece años que ha jugado el argentino en el primer equipo ha firmado ocho veces una actualización o una prolongación de contrato. Mientras tanto, en los ocho que Cristiano ha estado en el Real Madrid ha firmado solo dos. Dato que demuestra la fidelidad de uno y otro a los colores y que también evidencia que en el principal club de Barcelona las cosas se llevan de una forma muy distinta a la del equipo más importante Madrid.