En el mundo hay cientos, miles de clubes distintos. Pero el Barcelona ha ido a tropezar en la misma piedra con el mismo equipo. El Santos ya le tenía tomada la matrícula al conjunto catalán después de que este supuestamente les engañara durante el fichaje de Neymar Jr. Al parecer, el club culé habría ocultado el precio real de la operación para pagar menos dinero al equipo brasileño, por lo que acabó siendo denunciado ante la Justicia en mayo de 2015.

Así, este conflicto fue el primero de una larga historia de desencuentros entre las dos entidades. A finales del pasado año fue el propio Barcelona el que decidió denunciar al Santos ante la FIFA por supuestamente no haber respetado el derecho de 'tanteo' que tenía sobre el delantero Gabigol. Según esta queja el equipo sudamericano no anunció con la supuesta antelación la oferta que el jugador tenía del Inter, lo que impidió que el Barça igualara esta propuesta para llevarse al futbolista.

Con estos antecedentes podría pensarse que el Barcelona se estaría andando estos meses con bastante cuidado de evitar cualquier tipo de provocación hacia el Santos. Pero nada más lejos de la realidad, porque en la Ciudad Condal han vuelto a dar razones para llevarse otra denuncia ante la FIFA. El Santos asegura contar con suficientes pruebas para demostrar que la directiva culé ha negociado con Lucas Lima a pesar de que este tiene contrato en vigor, por lo que la queja podría ser oficial en unos días.

"El caso está en manos del Departamento Jurídico" destacó el Santos en un comunicado público en el que, además, el club brasileño recordó que el "Barcelona es reincidente" después de haber llegado a un supuesto acuerdo con Neymar en 2011 a pesar de que este tenía contrato hasta 2014. De hecho, en las últimas horas el equipo catalán y el propio Lucas Lima han negado haber negociado, conscientes del riesgo que corren por la filtración de la noticia.

En todo caso, el Barça ha demostrado una tremenda torpeza a la hora de gestionar este fichaje. Podría haber esperado al 1 de julio para negociar con Lima conforme a la legalidad (el contrato del jugador expira el 31 de diciembre de 2017), pero en lugar de eso se precipitó y dejó que se filtrara la información. Y, para colmo, se fue a fijar en un futbolista del club con el que está en 'guerra' desde hace dos años... ¿Realmente es posible hacer peor las cosas?