Las relaciones entre el Atlético de Madrid y el Sevilla nunca han sido fáciles. Las aficiones de los clubes no acostumbran a tenerse mucha estima, y en el plano deportivo el hecho de ser en muchas ocasiones rivales directos tampoco facilita demasiado las cosas. Por eso el conjunto andaluz se ha tomado especialmente mal los movimientos que el equipo madrileño ha hecho en los últimos días para hacerse con el fichaje de Vitolo Machín.

El Atlético acabó riendo el último

La última semana ha sido frenética y ha dado lugar a un tremendo 'tira y afloja' en el que las dos entidades han intentado de todas las formas posibles ponerse la zancadilla. Primero el Atlético trazó el plan para hacerse con el futbolista pagando su cláusula de rescisión y posteriormente dejar que jugara cuatro meses cedido en Las Palmas. Pero la filtración a la prensa de toda esta información provocó que el Sevilla reaccionara e intentara renovar el contrato del jugador.

Así, a principios de esta semana Vitolo dio su palabra al Sevilla para ampliar su vinculación con el club y subir su cláusula de 40 a 50 millones de euros. Al jugador le molestó que el Atlético se tomara con calma su situación, pero en el Wanda Metropolitano no tardaron en disculparse y en subir su propuesta para dar un nuevo giro a los acontecimientos.

Así, Vitolo deshechó la propuesta del Sevilla y el miércoles pagó su cláusula de rescisión. La intención es que esté en Las Palmas hasta enero y a partir de ahí vista de rojiblanco, una vez que la sanción de la FIFA al Atlético haya caducado. Pero en el Sánchez Pizjuán ya han dejado claro que este fichaje tendrá consecuencias directas en las relaciones de las dos instituciones. 

El Sevilla se siente traicionado

"Todo lo resumimos en nuestra indignación. Lo de Vitolo ha sido un mercadeo público cuando tenía tres años de contrato por delante. Y nosotros estamos decepcionado con la actitud de terceros también. Es algo que deteriora las relaciones con estos clubes porque han mercadeado con un futbolista que era nuestro" valoró José Castro, presidente del Sevilla. En consecuencia, parece que este fichaje promete colear durante varios años en la capital hispalense y seguramente enrarezca el ambiente en las horas previas de los partidos que estos dos clubes jueguen en el futuro.