Este verano no solo está retratando a la directiva culé en lo que respecta a las incorporaciones del equipo. Bartomeu y su directiva están teniendo terribles dificultades para poder llevar a cabo todos los fichajes que desean para reforzar su plantilla; pero además también están demostrando una inaudita ineptitud a la hora de dar salida a los futbolistas con los que no cuenta Ernesto Valverde.

Exceso de jugadores en la plantilla

A día de hoy el Barcelona cuenta con 27 futbolistas en su plantilla, por lo que como mínimo le sobran dos. Y además tiene la intención de realizar otro par de incorporaciones, por lo que el problema en la operación salida es más que evidente. Resta poco más de una semana para que el mercado de fichajes se cierre y hay al menos cuatro o cinco hombres que están en el mercado, pero que no terminan de encontrar acomodo lejos del Camp Nou.

Al principio del verano el Barça contaba con hacer caja con futbolistas como Arda, Rafinha, Munir o Douglas. Pero las semanas han ido pasando y ninguno de ellos se ha movido del club. Es más, todos ellos siguen formando parte de la plantilla y estarán a disposición de Valverde durante la temporada salvo que se produzca alguna novedad en los días venideros.

De todos los casos el más sencillo parece ser el de Douglas. El Barça no espera sacar mucho por él, por lo que incluso podría salir mediante una cesión. Mientras tanto, Sergi Samper sigue solicitando la carta de libertad después de que el fichaje de Paulinho le haya dejado sin dorsal con el primer equipo, aunque el club preferiría mantener su contrato y encontrarle un cesión.

Obligados a rebajar las pretensiones

Y luego están los futbolistas verdadaramente 'enquistados' para el club. En el Camp Nou ya se han hecho a la idea de que no hay nadie que esté dispuesto a pagar 30 millones de euros por Arda, por lo que la cesión a Turquía es la opción más factible. Por su parte, Rafinha sigue sin recuperarse de su lesión y tampoco hay equipos que en esas condiciones quieran pagar un traspaso por él. Y Munir tiene una oferta a la baja de la Roma, de forma que en el club siguen exigiendo una mejora de la propuesta para dejarle marchar.

Todos ellos sin olvidar a Vermaelen y André Gomes, dos hombres que tienen el cartel de transferibles, pero que cuentan con todas las papeletas para seguir. El belga por no encontrar acomodo en otro club por sus constantes lesiones; y el portugués por su elevado precio y su bajo rendimiento en su año en Barcelona. Así que el club sigue teniendo mucho trabajo pendiente para lo que resta de verano, porque si quiere fichar necesita también dejar salir... lo que probablemente les obligue a 'malvender' a alguno de sus futbolistas para solucionar su problema.

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Vermaelen, una opción real para la plantilla culé

Ernesto Valverde no se desespera a pesar de la tremenda pasividad e inoperancia que está mostrando la directiva culé a la hora de fichar. El técnico solamente se ha llevado hasta el momento las alegrías de los fichajes de Gerard Deulofeu, Semedo y Paulinho, por lo que a falta de incorporaciones está teniendo que conformarse con comenzar la nueva campañacon los improvisados refuerzos que suponen los jugadores que han regresado este verano al club tras estar cedidos la última temporada.

Uno de los casos más claros es el de Thomas Vermaelen. El belga jugó la pasada temporada en la Roma, pero no convenció a nadie en el club italiano y actualmente no le queda otra que estar de vuelta en la Ciudad Condal. A sus 31 años y tras varias temporadas sin tener regularidad por las lesiones prácticamente ningún club está interesado en pagar por sus servicios. Así que el técnico extremeño ya está asimilando que hay muchas opciones de que esta temporada se lo tenga que 'comer con patatas'.

Una pretemporada para ponerle en el 'escaparate'

Para empezar Valverde ya tiene al futbolista en sus filas y le empieza a ver como quinto central tras Piqué, Umtiti, Mascherano y Marlon. Poco importa que en el club ya le hayan perdido la fe y que la prensa culé le acuse de ser uno de los 'culpables' de que Bartra hoy en día no esté en el Camp Nou. Actualmente no hay manera de deshacerse de este futbolista que hace tres años costó 19 millones de euros, así que el problema lo tendrá que manejar el nuevo entrenador.

Por eso el extremeño ya le dio en pretemporada algunos minutos a modo de escaparate. Pretende dejar claro a todo el mundo que el futbolista ya está físicamente en condiciones para volver a competir al máximo nivel, porque el Barcelona todavía mantiene la esperanza de que llegue una buena oferta por él el 31 de agosto. Y si no, Vermaelen ya sabe lo que le espera: mucha dosis de grada y de entrenamientos, pero  bastante poca de lo que de verda importa: los partidos.