Robert Lewandowski está empleando sus vacaciones para reflexionar. El jugador terminó muy decepcionado la temporada por el trato que le dispensó Carlo Ancelotti, ya que su agente reveló hace unos días que le había sentado muy mal que el entrenador le dejara en el banquillo en la última jornada de la Bundesliga a sabiendas de que se estaba jugando el título de máximo goleador del torneo. Por eso ahora mismo no descarta una salida de Múnich a pesar de que en el Bayern ya se han encargado de cerrarle la puerta.

"Robert está desilusionado, nunca antes le había visto así. Esperaba que el equipo le apoyara activamente" había desvelado su agente. Y con estas palabras fue suficiente para que un buen número de clubes se pusieran en marcha para analizar la posibilidad de hacerse con su fichaje, aunque el Bayern no tardó en reaccionar públicamente para ahuyentar a los potenciales compradores, entre los que están el Chelsea y el Manchester United".

El Bayern intenta sofocar el 'fuego'

"Robert está bajo contrato con el Bayern y recientemente renovó su acuerdo hasta 2021. Así que no malgastamos ningún pensamiento respecto a un posible movimiento. No hay conversaciones con otros clubes y tampoco las habrá. Y si otros clubes negocian con jugadores que están bajo contratos a largo plazo, se arriesgan a un castigo de la FIFA. Además, el agente del jugador también nos ha confirmado que no ha mantenido ninguna negociación de contrato" comunicó una fuente del club bávaro a la cadena 'Sky Deutchsland'.

En condiciones normales esta declaración habría sido suficiente para acallar los rumores, pero al parecer el propio futbolista polaco tiene ganas de agitar la 'coctelera'. Y es que el pasado viernes publicó un tuit en su cuenta en polaco en el que aseguraba "algunas veces hay que leer entre líneas". Un enigmático mensaje que ganaba aún más misterio al comprobarse que poco después era borrado por el protagonista de esta historia.

El enfado del jugador aún dura

¿Qué quiso decir con este tuit el polaco? Pues para intentar averiguarlo no hay más que hacerle caso, ya que parece hacer referencia a las palabras de su agente en las que aseguraba que estaba descontento. El feo detalle que tuvo Ancelotti con él podría haber provocado que esté atravesando sus horas más bajas en Múnich, por lo que la hipótesis de un traspaso ahora mismo no es tan descabellada a pesar de la negativa de su club a traspasarle. Y es que todo dependerá de su enfado y de la decisión que tome en los próximos días, pues podría llegar a plantearse pedir su venta a los responsables del campeón alemán.