El fichaje de Paulinho por el Barcelona (confirmado el pasado lunes por parte del conjunto catalán) sigue sin solucionar el gran problema culé. El brasileño viene a reforzar una posición en la que el equipo ya contaba con futbolistas como André Gomes, Busquets o Sergi Roberto, por lo que los azulgrana todavía siguen obligados a realizar al menos uno o dos fichajes para hacer olvidar a Neymar Jr. y tranquilizar los ánimos de sus aficionados.

Tras este último movimiento las cuentas siguen estando claras para el conjunto catalán. Se ingresaron 222 millones de euros por la salida de Neymar y ahora se han invertido 40 millones en la llegada de Paulinho. Así pues, a los barcelonistas aún les quedan algo más de 180 'kilos' para terminar de apuntalar su plantilla. Una cifra que en otras condiciones podría considerarse como elevadísima, pero que visto lo visto en estas últimas semanas, ahora incluso se queda corta para hacer dos fichajes más.

250 millones... pero solo hay poco más de 180

¿Cómo es esto posible? Pues muy sencillo, ya que los dos objetivos del Barcelona son Ousmane Dembélé y Coutinho. Y en ambos casos la petición de sus clubes excede considerablemente los 100 millones de euros. En el caso del francés el Borussia Dortmund solicita 150 millones de euros. Y con el brasileño las cifras rondan los 100 'kilos' más variables por objetivos. Es decir, que para traer a los dos los azulgranas tendrían que desembolsar casi 250 millones, 70 más que los que les quedan en sus arcas.

Vender o elegir entre uno de los dos

Ante esta tesitura el Barcelona está en una encrucijada. O vende a varios de sus futbolistas (hombres como Arda, Munir o Vermalen siguen en el mercado a pesar de que no hay prácticamente ofertas por ellos) para hacer caja hasta llegar a esos 70 millones que necesita; o estará obligado a elegir uno de entre los dos jugadores que tiene en el punto de mira. Y en este sentido es el francés el que tiene más papeletas para convencerles por ocupar un puesto similar al de Neymar Jr.

El tiempo apremia porque tras el 'baño' sufrido el pasado domingo en el Camp Nou ante el Real Madrid el club azulgrana necesita darle alegrías a su afición. Pero la 'operación salida' continúa atascada y el Barcelona ya se ha dado cuenta que ni siquiera 222 millones de euros son suficientes para fichar a tres jugadores de primer nivel. Así que la pesadilla culé continúa...

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El impresentable gesto de Dembélé con el Dortmund

Aunque al Barça se le sigue resistiendo este mercado de fichajes para encontrar un sustituto a Neymar parece que tiene muy cerca el fichaje de Ousmane Dembélé, procedente del Borussia Dortmund. Sin embargo, toda esta operación ya ha quedado envuelta en una fea polémica porque el jugador, quién sabe si empujado por el propio Barça, ha hecho cosas desagradables. ¿Será que está aprendiendo ya los ‘valors’ del equipo catalán?

Y es que el delantero faltó este jueves a la sesión de entrenamiento que tenía programada el Borussia Dortmund y lo hizo de buenas a primeras, es decir, sin avisar a nadie, ni siquiera a su entrenador, de que no pensaba ni tenía la más mínima intención de pisar el césped junto al resto de los que todavía siguen siendo sus compañeros. En consecuencia, al llegar al entreno y ver que Dembélé no aparecía, todos se quedaron poco menos que boquiabiertos e incluso llegaron a pensar que algo malo podría haberle sucedido a su compañero

Un plantón en toda regla

Sin embargo, todo quedó en un simple plantón. Una desagradable triquiñuela por parte del delantero para hacer más presión en su posible salida al Barça y mandar así un claro mensaje. Sin embargo, el tiro le puede salir por la culata al jugador ya que, por el momento y hasta que al Barcelona no se le ocurra soltar un buen fardo de billetes, sigue siendo propiedad del equipo alemán a todos los efectos. 

“Dembélé no ha venido a entrenar hoy. Nos sabemos por qué. Intentamos hablar con él pero no lo logramos. Espero que no le haya ocurrido nada malo”, aseguró en rueda de prensa Peter Bosz, entrenador del Borussia Dortmund, sin dar todavía crédito al episodio que acababa de tener lugar.