La pesadilla judicial de Neymar en España está lejos de terminar. El pasado jueves se dio a conocer que el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata abrió juicio oral contra el jugador, sus padres, el presidente culé Josep María Bartomeu, su predecesor Sandro Rosell y los clubes del Barcelona y el Santos como personas jurídicas por estafa impropia y corrupción en los negocios. Y todo ello a consecuencia del traspaso que en 2013 llevó al delantero al equipo catalán.

El magirstrado decidió sobreseer el caso en julio de 2016 al no hallar responsabilidad penal contra los querellados, pero la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional acordó directamente "la continuación de las actuaciones". Así, ahora De la Mata ha decidido actuar contra todos ellos, lo que ha propiciado que la Fiscalía se pronuncie al respecto. De hecho, este órgano ha dejado claro que se mantendrá firme en su escrito previo, por lo que solicitará en el juicio 2 años de cárcel y 10 millones de euros de multa para Neymar, así como 5 años de cárcel para Rosell por delitos de corrupción y estafa.

El juez tendrá la última palabra

Lógicamente ahora queda que el juicio se desarrolle durante los próximos meses, pero todo el mundo ya se pregunta si el brasileño podría acabar en la cárcel si es finalmente encontrado 'culpable' de los delitos de los que se le acusa. Algo que, a falta de que se aclaren más puntos del caso, parece realmente complicado. En este sentido las claves serían varias: que el brasileño fuera condenado a menos de 24 meses de cárcel, que no cuente con delitos y antecedentes penales previos y que haya tenido una conducta positiva durante todo el proceso y haya mostrado su disposición a reparar el daño supuestamente causado.

Es decir, la decisión última la tendría el juez en el caso de encontrarle culpable, ya que este debe ser el que pondere la gravedad del supuesto delito y defina si Neymar ha tenido un buen comportamiento durante y después del juicio. Pero lo que sí parece claro es que, si finalmente le impusiera una pena menor a dos años, es muy improbable que el delantero se vea obligado a pisar la cárcel, toda vez que hasta ahora no tenía cuitas previas con la Justicia y que en los últimos dos años sus compañeros Messi (pena de 21 meses de cárcel) y Mascherano (un año de cárcel) lograron evitarla en casos similares.

En estos casos las buenas y rápidas diligencias son tenidas muy en cuenta y en el caso de Neymar no hay motivos para pensar que no vaya a ser así. Por eso el futbolista ahora tiene razones para estar bastante tranquilo, aunque seguramente se tome este hecho como un serio aviso para evitar volver a caer en los mismos errores en el futuro.