Ryan Giggs reconoció hace unos días que este está siendo uno de los años más difíciles de su vida. El ex jugador pasó 28 años en el Manchester United haciendo carrera como futbolista y como entrenador, pero esta historia de 'amor' llegó a su fin cuando Louis Van Gaal dejó el cargo de primer técnico - de quien era ayudante - y José Mourinho tomó el relevo. Así, tomó la decisión de salir de Old Trafford, lo que al principio le causó algunos problemas psicológicos.

"Tras marcharme del United tomé la decisión de ver a un psicólogo para hacer frente a mi nueva vida. Y me sugirió que me mantuviera ocupado, así que lo hice yendo a la Eurocopa de Francia para la televisión; y más tarde a la India para participar en un torneo de fútbol sala al que me habían invitado" ha explicado Giggs en su columna para el diario 'Daily Telegraph'. "Además también presté atención a detalles menores, como a apuntarme al gimnasio por primera vez en mi vida y el simple hecho de que estuviera a media hora de mi caso me obligó a seguir una rutina" ha añadido.

En consecuencia, el antiguo extremo del United ha dejado claro que ya está empezando a superar los momentos difíciles y mira al futuro con cierto optimismo. De hecho, el medio 'Daily Star' apunta a que Giggs podría estar manejando ya una interesante oferta del Middlesbrough para la próxima temporada. Este equipo está a punto de descender de la Premier y ha empezado a trabajar en un nuevo proyecto para la próxima temporada tras destituir a su anterior técnico, Aitor Karanka, el pasado mes de marzo.

La intención de Giggs tras su retirada siempre ha sido la de ser entrenador y triunfar en esta faceta. Por ello tuvo la oportunidad de trabajar para Van Gaal una vez que colgó las botas en 2014, si bien la llegada de Mourinho con su 'staff' al completo provocó que deficiera enfocar su carrera lejos de Manchester. Así que ahora esta propuesta podría ser una buena piedra de toque para que el galés siga aprendiendo y demuestre que a medio o largo plazo podría acabar siendo una buena opción para sentarse en el banquillo de Old Trafford.