Hasta hace pocas semanas Marlon Santos era una de las grandes promesas con las que contaba la cantera culé. En el club no dejaban de vender bondades sobre las capacidades de este central brasileño que fue incorporado por el club la pasada temporada procedente del Fluminense. De hecho, la idea era contar con el jugador como cuarto central para esta campaña... pero al final todo ha quedado en unas simples intenciones.

De tener hueco en la primera plantilla a salir cedido por dos años

El zaguero, de solo 21 años, tuvo la oportunidad de debutar con el primer equipo culé durante la pasada temporada. El futbolista jugó y dio en mayo una buena impresión en su primer partido de Liga en Las Palmas e incluso se llegó a manejar la posibilidad de que empezara el curso 2017/18 como jugador de la primera plantilla. No en vano, Valverde le vio durante la pretemporada y le proporcionó algunos minutos en estos primeros encuentros preparatorios.

Pero finalmente su sueño culé se ha visto frenado en estos últimos días de agosto. Marlon no terminó de convencer al 'Txingurri', por lo que fue puesto en el mercado y el Niza francés se interesó rápidamente en su fichaje. Al final, acuerdo de cesión por dos años, de manera que el brasileño tendrá que demostrar en la Ligue-1 que tiene el nivel necesario para regresar en 2019 al Camp Nou.

Vermaelen, el culpable de que el Barça no cuente con él

De todas formas, y más allá de que su rendimiento este verano no ha llenado los ojos del técnoco, también es evidente que el gran problema de Marlons tiene nombres y apellido: Thomas Vermaelen. El belga ha regresado al Barça tras experimentar un año de cesión en la Roma y ahora nadie ha sido capaz de encontrarle un nuevo destino para esta nueva temporada.

Así, la situación del futbolista de 32 años ha podido con la ilusión de Marlon. El Barcelona ha dado prioridad a un jugador veterano que lleva varias temporadas siendo castigado por las lesiones, y la consecuencia de ello es que una joven promesa ha tenido que exiliarse para poder tener minutos de juego. Para que luego en este club digan que apuestan por la cantera y por sus jóvenes...

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Valverde, condenado a cargar con Vermaelen (16/07)

Ernesto Valverde no se desespera a pesar de la tremenda pasividad e inoperancia que está mostrando la directiva azulgrana a la hora de fichar. El técnico solamente se ha llevado hasta el momento las alegrías de los fichajes de Gerard Deulofeu y Semedo, por lo que a falta de incorporaciones está teniendo que conformarse con compezar el curso con los improvisados refuerzos que suponen los jugadores que han regresado este verano al club tras estar cedidos la última temporada.

Uno de los casos más claros es el de Thomas Vermaelen. El central jugó la pasada temporada en la Roma, pero no convenció a nadie en el club italiano y ahora le toca estar ganarse el puesto de nuevo en la Ciudad Condal. A sus 31 años y tras varias temporadas sin tener regularidad por las lesiones prácticamente ningún club está interesado en gastarse dinero por sus servicios. Así que el técnico extremeño ya está asimilando que hay muchas opciones de que esta temporada se lo tenga que 'comer con patatas'.

Una pretemporada para ponerle en el 'escaparate'

De inicio Valverde ya tiene al jugador a sus órdenes y le empieza a ver como quinto central tras Piqué, Umtiti, Mascherano y Marlon. Poco importa que en el equipo ya le hayan perdido la fe y que la prensa culé le acuse de ser uno de los 'culpables' de que Bartra hoy en día no esté en el Camp Nou. A día de hoy no hay forma de desprenderse de este jugador que hace tres años costó 19 millones de euros, así que el problema lo tendrá que manejar el nuevo entrenador.

Por eso el extremeño tiene previsto darle algunos minutos en esta pretemporada a modo de escaparate. Pretende dejar claro a todo el mundo que el zagueroya está físicamente en condiciones para volver a competir al máximo nivel, porque el Barcelona mantendrá la ilusión de que llegue una buena oferta por él el 31 de agosto. Y si no, Vermaelen ya sabe lo que le espera: mucha dosis de grada y de entrenamientos, pero poca de encuentros y de competiciónñ