Arsene Wenger tiene buenas razones para no querer modificar su actual plantella. Los 'gunners' han empezado la temporada de forma muy positiva al conquistar la Community Shield en los penaltis ante el Chelsea y al sumar ante el Leicester (4-3) los primeros tres puntos de la nueva Premier League. Así, el francés ha solicitado a su directiva que no traspase a ninguno de sus jugadores, lo que incluye también a los futbolistas que siguen sin renovar su contrato.

Tres jugadores en la cuerda floja

Actualmente el conjunto de Londres cuenta con tres hombres que finalizan su vinculación el próximo 30 de junio. Se trata de Alexis Sánchez, Alex Oxlade-Chamberlain y Mesut Özil. De ellos solo el alemán se ha mostrado dispuesto a renovar, mientras los otros dos no dejan de 'coquetear' con otros clubes ante la posibilidad de que el Arsenal les traspase este mismo verano para hacer algo de caja antes de poder perderlos el próximo verano.

Sin embargo, el técnico francés tiene muy claro que el club debe y puede correr el riesgo con ellos. Wenger está convencido de que podrá acabar convenciendo a todos ellos de que firmen una suculenta renovación, por lo que no quiere ni oír hablar de la posibilidad de traspasarlos de forma inmediata. No en vano, recientemente se ha mostrado muy optimista respecto al futuro de estos tres importantes jugadores del equipo.

El entrenador, convencido de la decisión que ha tomado

"Tenemos la esperanza de que Alexis Sánchez acabará renovando su contrato, al igual que en el caso de Oxlade-Chamberlain y de Mesut Özil. Alexis no se va a ir a ninguna parte y por ninguna razón tenemos previsto traspasarlo, la intención es que todos ellos se queden en el plantel" destacó el alsaciano cuando se le preguntó por este asunto.

Así pues, la apuesta del Arsenal es importante. Tanto como para tener un valor de cerca de 180 millones de euros, ya que esta es la cantidad que valdrían ahora mismo estos tres futbolistas en el mercado de fichajes. Reteniendo a este trío Wenger corre el riesgo de poder perderlos dentro de diez meses, si bien el técnico intentará usar todo su poder de convicción para conseguir que amplíen sus contratos y sigan siendo piezas fundamentales de su proyecto más allá del verano de 2018.