Robert Lewandowski vive días de profunda decepción después de haber sido apeado de la Champions League por el Real Madrid. El polaco experimentó una profunda impotencia el pasado martes al ver cómo el actual campeón de Europa alejaba al Bayern de su sueño de alzar el máximo torneo continental, por lo que ahora sabe que lo máximo a lo que podrá aspirar esta temporada es a igualar lo conseguido la pasada con la conquista de la Bundesliga y de la Copa alemana.

El futbolista empleó las horas posteriores al partido para analizar lo ocurrido y para reflexionar sobre su carrera. Y una de las conclusiones a las que llegó es que no está teniendo suerte a la hora de pelear por su sueño de conseguir una Champions League. En 2014 tomó la decisión de dejar su club hasta entonces, el Borussia Dortmund, para fichar 'libre' por su gran rival en Alemania, el Bayern de Múnich. Con ello pretendía dar un salto cualitativo que le permitiera alcanzar lo que un año antes había estado a punto de conseguir, pues en 2013 disputó y perdió la final de la Copa de Europa ante el que después iba a ser precisamente su nuevo equipo.

Sin embargo, los años han pasado desde entonces y el Bayern, lejos de repetir éxito, ha ido retrocediendo. Hasta tres temporadas consecutivas fue eliminado en semifinales por equipos españoles. Y esta temporada ha vuelto a ser el Real Madrid el que les ha dejado fuera y en cuartos, para mayor escarnio suyo y de sus compañeros. En definitiva, una trayectoria 'negra' para Lewandowski que hace que ahora se lamente por no haber escuchado al club blanco cuando este llamó a su puerta. En los últimos días la prensa ha rescatado una información en la que se aseguraba que el polaco estuvo a 'tiro' del equipo merengue en 2014 a cambio de 20 millones de euros. Y lo cierto es que entonces ni el Madrid ni el propio jugador hicieron todo lo posible para juntar sus caminos.

El delantero siempre mostró su deseo de seguir en Alemania y no someter a su familia al 'trance' de cambiar de país. Hace tres años pensaba que el Bayern estaba en condiciones de pelear de verdad por el título de clubes más importante del mundo, pero el tiempo está demostrando que se equivocaba. Y ahora a sus 28 años empieza a ver con nerviosismo cómo la opción de ganar la Champions se le pone cada vez más difícil. Sobre todo porque sabe que para él el tren del Real Madrid seguramente ya pasó y que su renovación con el club bávaro hasta 2021 seguramente le prive de tocar el gran trofeo que le falta en su vitrina y que lleva toda su vida buscando.