El fichaje de Nelson Semedo por el Barcelona va camino de traer mucha cola en los próximos años. La publicación por parte del Benfica de todos los detalles de la operación ha expuesto al conjunto catalán y al futbolista a un permanente análisis sobre el rendimiento que tenga este en el club. Y es que su precio final vendrá condicionado por el rendimiento que tenga sobre el campo y, sobre todo, por los partidos que juegue en el equipo.

Los 30 millones que inicialmente han pagado los culés por el portugués hacen pensar que Semedo ha aterrizado en el Camp Nou para ser titular. Pero hay un problema, porque según el pacto al que han llegado el Benfica y el Barcelona, por cada 50 partidos (de más de 45 minutos) que juegue el futbolista, el equipo azulgrana deberá pagar otros 5 millones de euros. Y así hasta que el luso renueve por dos veces con su nuevo club.

Dos renovaciones muy rápidas

Esto va a provocar que Ernesto Valverde y el propio club tengan que estar con la calculadora para que el futbolista no les salga más caro de lo previsto. En el Barcelona no quieren ni pensar que el fichaje acabe pasando de los 30 millones iniciales a los 45 'kilos', por lo que tienen previsto hacerle dos rápidas renovaciones antes de que dispute su encuentro número 150 con la elástica culé.

En la Ciudad Condal se escudan afirmando que el primer contrato que ha firmado Semedo implica una ficha muy baja, por lo que si todo va según lo previsto intentarán renovarle en el verano de 2018. Así, para 2020 podrían firmar otra nueva ampliación si el futbolista hubiera dado la talla para entonces. De ahí que la consigna interna sea que juegue bastante, pero no mucho para no alcanzar su encuentro 150 en sus primeras tres temporadas.

100.000 euros por cada partido jugado

Todo ello lleva a pensar que Semedo tendrá que jugar en el Barça, pero con el 'freno de mano' puesto. En sus primeros años en el club siempre tendrá sobre su cabeza la famosa cláusula de los 5 millones por cada 50 partidos, por lo que Valverde estará condicionado por la directiva a la hora de alinearle. Y es que cada choque que juegue puede acabar costándole 100.000 euros al club, lo que puede hacer que una operación normal como esta acabe convirtiéndose en ruinosa en tres o cuatro años.