Puede que Cristiano fuera la gran estrella de la eliminatoria entre el Real Madrid y el Bayern de Múnich al marcar cinco de los seis goles merengues, pero con su permiso el otro protagonista ha sido Marco Asensio. Zidane le dio la oportunidad de jugar en la segunda parte en los dos partidos y el talentoso jugador no lo desaprovechó aportando una asistencia en el Allianz Arena y un gol en el Santiago Bernabéu.

El mediapunta está de dulce y el técnico madridista está sabiendo verlo. El propio 'Zizou' no dudó en apostar por él el pasado verano cuando se le planteó la posibilidad de volver a mandarle cedido, de manera que ahora todo el mundo coincide en que la próxima temporada debe ser la de la consolidación de Asensio en el mejor equipo de Europa. Con 21 años recién cumplidos tiene toda la carrera por delante y los que mejor le conocen opinan que no tiene techo, por lo que las expectativas que hay depositadas sobre su espalda son máximas.

Así, el Real Madrid es ahora mismo la envidia por contar en sus filas con este talento. Coincidiendo con la visita del Bayern a Madrid su Director Deportivo, Michael Reske, concedió una entrevista para el diario 'El País' en la que alabó al jugador y reconoció que había hablado con el Director General madridista, José Ángel Sánchez, para felicitarle personalmente por el fichaje de Marco. "¡Hay que hacerle un monumento al que logró hacerse con él por 3,5 millones de euros" exclamó el directivo bávaro.

Y es que 3,5 'kilos' parecen hoy una cifra de risa para un jugador que, según el portal Tranfermarkt, tiene ya una cotización de mercado de 15 millones de euros (7 más que lo que valía en junio de 2016). Cifra esta que incluso ya parece que empieza a quedarse corta ante la evolución que está teniendo en su primera temporada en el equipo, marcada por los 9 goles y la 3 asistencias que ha sumado en solo 1.565 minutos de juego. Y es que en el club están convencidos que a medio plazo Asensio será uno de esos jugadores únicos en el panorama futbolístico cuyo valor ronde los 100 millones de euros; de forma que ya le ven como una inversión de enorme rentabilidad y le han puesto el cartel de "intransferible".