Y finalmente Leo Messi pasará por el aro. Parecía complicado que alguien con el ego del argentino dejara que el Barcelona impusiera sus propias reglas para hacer efectivo el acuerdo de renovación al que ya han llegado. Pero finalmente el club ha conseguido convencerle para que la firma de su nueva ampliación de contrato espere un par de meses. Todo con el objetivo de que las cuentas del club no se vean demasiado afectadas y la institución pueda presentar unos números adecuados en su balance anual.

El pasado 17 de mayo este medio ya adelantaba cuál estaba siendo la gran razón para que Messi aún no hubiera estampado su firma en un nuevo contrato: la delicada situación presupuestaria del club azulgrana. En 2015 el Barcelona logró presentar unos ingresos mínimamente superiores a los del Real Madrid, por lo que ahora su reto es que sus cuentas de la temporada 2016/17 se mantengan en esta línea. Y para ello no se pueden permitir que el argentino renueve ya mismo y pase a cobrar el nuevo dineral que le han prometido.

El presupuesto de esta temporada, mejor no tocarlo

Hay que tener en cuenta que el club ya adelantó el verano pasado 35 millones de euros de la partida presupuestaria destinada a la próxima temporada para el fichaje de André Gomes, por lo que ya ha dejado claro que es bastante dado a este tipo de 'trampas' para que sus cuentas luzcan de la mejor forma posible. De hecho, el pasado mes de octubre el Barça presentó un presupuesto para esta temporada de 695 millones de euros, con una previsión de beneficio de 21 millones de euros.

Si Messi renovara antes del 30 de junio estas cuentas se verían alteradas y mermarían los números, con lo que su decisión de retrasar la firma les dará varios meses de margen para que hagan 'ingeniería' financiera y a finales de este año encuentren la forma de presentarle unos números a sus socios que se asemejen a los del curso pasado o incluso los mejoren.

Las últimas renovaciones dejan muy tocadas a las arcas culés

En definitiva, todo se trata de simple y llano 'postureo' culé para intentar aparentar que sus cuentas son mejores de lo que dicta la realidad. Lo que, sin embargo, no va a hacer que el problema real que tienen se les esfume, ya que la renovación de Messi va a ser una nueva y dura puñalada para su ya dolorido presupuesto, el cual sufrió 'heridas' importantes en los últimos meses con las renovaciones al alza de jugadores como Neymar o Luis Suárez.