A pesar de ser un barcelonista más, a Luis Enrique le importa bastante poco lo que pueda pasar con el equipo a partir del próximo 1 de julio. Desde ese día él será de nuevo un hombre libre y empezará a disfrutar de un año sabático mientras el club lidia con sus problemas habituales de la mano de un nuevo técnico y de los empleados que tienen previsto seguir en la institución. Y entre ellos está Gerad López Segú, entrenador del Barça B que se ha visto envuelto en una polémica de última hora con el asturiano.

En la Ciudad Condal el mal 'rollo' entre los dos técnicos es un asunto que no coge a nadie de nuevas. Hace unas semanas el programa 'El Larguero' desveló que su relación es actualmente casi inexistente e incluso apuntó a que Luis Enrique pidió el pasado verano al Barcelona que destituyera a Gerard para tantear a Xavi Hernández y que este pudiera hacerse cargo del primer filial. Sin embargo, el centrocampista rechazó la posibilidad de retirarse y finalmente todo tuvo que seguir como estaba.

Gerard no entró al trapo por el último 'palo' de Luis Enrique

El problema es que el distanciamiento ha ido creciendo con el paso de los meses y a última hora incluso se ha percibido la tensión en las ruedas de prensa. Todo por la pregunta que Luis Enrique recibió a raíz del partido que el Barça B debía jugar en casa ante la Cultural en el play-off por el ascenso (y que acabó con derrota culé por 0-2. En ella se le preguntó la razón por la que ha recurrido tan poco esta temporada a los futbolistas de la cantera.

"Me considero un entrenador que en todos los clubes en los que ha estado ha utilizado a muchos jugadores. Pero si no tienen el nivel no tienen por qué subir al primer equipo" comentó el asturiano. Unas palabras que lógicamente no agradaron a Gerard, quien se limitó a responderlas así: "no tengo nada que comentar al respecto. Nosotros vamos a lo nuestro, a preparar los entrenamientos y a pensar en nuestra mejora. Respeto las opiniones, pero no tengo nada que decir".

La discrepancia en el seno del club es evidente, aunque para fortuna para el barcelonismo y para el propio Gerard la situación no se va a prolongar mucho tiempo más. En cuestión de una semana Luis Enrique estará de vacaciones y su incendio con el filial quedará sofocado para que el próximo técnico (seguramente Ernesto Valverde) se encuentre una situación de tranquilidad y estabilidad.