Pepe sigue sin tener prisa. El tiempo juega en su contra para poder cumplir su deseo de renovar por el Real Madrid, pero a pesar de ello el central sigue firme en su idea de esperar hasta el último minuto y hasta el último segundo para tomar la decisión definitiva sobre su futuro. Sus once años en el Santiago Bernabéu lo merecen.

Para el portugués su retiro soñado sería con la camiseta madridista. Pero el jugador acaba de cumplir 34 años y todavía se ve lo suficientemente bien como para jugar (como poco) dos temporadas más. El problema es que los directivos merengue solo le garantizan una renovación por un año y él no termina de estar convencido. No quiere volver a encontrarse en esta misma situación dentro de 12 meses y quiere que el club haga un esfuerzo por llegar a un acuerdo.

Y en esas sigue la situación hoy en día. La lesión en las costillas que sufrió el zaguero en el derbi liguero del pasado mes de abril animó al club a llegar a un entendimiento con Pepe para que este no se marche del Real Madrid por la puerta de la enfermería. Pero al mismo tiempo en las oficinas del Santiago Bernabéu tienen claro que no es el momento de sentarse a hablar, ya que queda solo un mes de competición y los jugadores no deben distraerse con nada.

Por eso Pepe cree que en junio pueda haber novedades. Mantiene la esperanza de que las dos partes se sienten a negociar un acuerdo sobre la bocina y puedan firmar la ansiada renovación. De ahí que el jugador haya paralizado todas las ofertas de otros clubes que ha recibido hasta el momento, incluyendo la última del Galatasaray valorada en 10 millones de euros netos por dos años. Para él la prioridad la sigue teniendo el club de su vida y por eso le seguirá esperando hasta las 23:59:59 horas del viernes 30 de junio...