Mientras el Manchester City no deja de invertir dinero para reforzar su plantilla, Pep Guardiola está teniendo que lidiar al mismo tiempo con otro problema importante. El equipo se encuentra en estas fechas realizando la pretemporada por los Estados Unidos, pero la convivencia no está siendo todo lo idílica que cabría esperar.

El técnico decidió llevarse a la gira estadounidense a Samir Nasri. El francés no entra en sus planes para la próxima temporada, pero el club quiere que trabaje y entrene como uno más para seguir en el escaparate y poder conseguir una buena cifra por su trspaso. Sin embargo, sus compañeros no terminan de estar de acuerdo con esta decisión.

La plantilla no le quiere con ellos

El rotativo inglés 'Daily Mail' alude a una fuente anónima del equipo 'citizen' para hacer una sorprendente revelación: "la plantilla no entiende la razón por la que Nasri está aquí. Es un jugador muy impopular por su actitud arrogante. Algunos jugadores del equipo le quieren de vuelta en Manchester". De hecho, a algunos les resulta sorprendente que incluso Guardiola decidiera dar al futbolista algunos minutos en el partido ante el Manchester United.

Nasri estuvo jugando la última temporada en el Sevilla como cedido, si bien su rendimiento fue de más a menos y acabó regresando a su equipo de origen. Y ahora en Manchester todavía tiene un contrato de dos años, si bien el club está deseando traspasarle. El problema es que su alta ficha (134.000 euros a la semana) y su última polémica están complicando que otros clubes se interesen en él.

La sombra del dopaje, otro problema para él

Cabe recordar que Nasri fue visto en diciembre pasado en una clínica de Los Ángeles y a raíz de ello la agencia antidopaje investigó sus movimientos ante la sospecha de que se hubiera sometido a un tratamiento ilegal relacionado con el dopaje. De hecho, en caso de ser encontrado culpable podría ser sancionado con hasta cuatro años, algo que lógicamente está 'ahuyentando' a sus posibles compradores.