La lesión de Dani Carvajal ha facilitado que en las dos últimas semanas Dani Alves quede como indudable mejor lateral derecho del momento. A sus 34 años recién cumplidos el brasileño dio una auténtica exhibición en la eliminatoria de semifinales de la Champions que disputó la Juventus ante el Mónaco y volvió a reivindicarse ante todo el barcelonismo después de que el club azulgrana le dejara escapar el pasado verano con la carta de libertad.

El futbolista ha asegurado que con su marcha le dio "una hostia con clase" al Barcelona por el trato que le dispensó la directiva de Bartomeu. Alves consideró que el club le faltó al respeto al no ofrecerle una renovación acorde a su nivel y por alimentar los numerosos rumores que aparecían en la prensa sobre su futuro. Por eso forzó su salida a Italia, si bien su plan de venganza contaba con algunas goteras que hicieron que el jugador incluso se planteara dar marcha atrás a mitad de temporada.

Alves aceptó tragarse el orgullo, el Barcelona no

La noticia ya la adelantó en febrero 'Mundo Deportivo' y ahora ha sido 'Marca' quien la ha ratificado: Alves se tragó su orgullo el pasado mes de enero y se ofreció para volver a Barcelona. El ex sevillista consideraba por entonces que no se estaba adaptando bien al estilo de juego de la Juventus y echaba mucho de menos a sus hijos, quienes residen actualmente en la Ciudad Condal. De ahí que propusiera su vuelta inmediata a pesar de todo lo ocurrido.

Sin embargo, esta vez se topó con el 'no' rotundo de la directiva culé. Los responsables del equipo catalán ni siquiera valoraron esta posibilidad por las heridas abiertas que había dejado el futbolista. En este caso poco importó que Luis Enrique tuviera problemas en el lateral diestro y estuviera utilizando a Sergi Roberto, porque haber aceptado la vuelta de Alves habría sido equivalente a reconocer su error dejándole marchar.

Así, el Barça demostró que prefirió mantenerse en sus treces que rectificar y recuperar a uno de los mejores laterales del mundo. Pero de esta decisión ya hace cuatro meses y, tras lo visto en las últimas semanas en la Champions, ahora hay más de uno y de dos culés que se están tirando de los pelos por haberse dejado llevar por su 'maldito' orgullo...