La noticia saltaba a primera hora de la tarde del lunes: Theo Hernández había pasado reconocimiento con el Real Madrid después de que el club blanco se comprometiera con el Atlético de Madrid a pagar 30 millones de euros por el lateral. El fichaje llevaba gestándose varias semanas, pero al final todo acabó precipitándose después de que el agente del futbolista cometiera un tremendo error que acabó por cerrarle las puertas al otro aspirante al fichaje, el F.C. Barcelona.

El representante de Theo, Manuel García Quilón, llevaba varios días jugando su papel en la operación. Mientras el futbolista prefería la oferta merengue el intermediario se decantaba más por el conjunto catalán, ya que el año pasado tuvo uno desencuentro con el Real Madrid a costa de la salida de otro de sus representados, Rafa Benítez. Así, quizo jugar una baza desesperada para propiciar que el Barcelona mejorara su propuesta por el futbolista: desvelar públicamente que los dos grandes clubes del fútbol español estaban interesados en su fichaje.

"Ahora mismo no está próximo a ninguno de los dos, aunque ambos están muy interesados. Pero no hay nada cerrado por el momento. Hay ofertas concretas valoradas en el importe de la cláusula, de 24 millones de euros, pero no hemos elegido nada" desveló Quilón al portal 'footmercato'. Unas palabras que no se ajustaban a la realidad (Theo siempre fue más partidario de acabar en el Real Madrid) y que, además, tenían el objetivo de obligar al Barcelona a que subiera su propuesta económica para terminar de convencer a Theo.

García Quilón, el gran perdedor de esta historia junto al Barcelona

Sin embargo, cuando el lateral las escuchó estalló y no tardó en ponerse en contacto con Quilón. Según ha trascendido el diálogo entre las dos partes fue duro y Theo obligó a su agente a que negociara directamente con el Real Madrid y diera por cerrado el acuerdo. Se había hartado de que este intentara mangonear su futuro y diera por sentado en público algo que no era verdad.

A partir de ahí todo fue coser y cantar, ya que no hubo problemas para que el club blanco llegara a un acuerdo verbal por el Atlético para pagar una cantidad ligeramente superior a los 24 millones de euros que figuran en su cláusula. Todo para cerrar de una vez este culebrón y evitar que Manuel García Quilón se salga con la suya después de que haya hecho todo lo posible para boicotear la operación.