En el verano de 1994 Bebeto hizo muy conocido a su hijo recién nacido después de que decidiera celebrar uno de sus goles en el Mundial de EE.UU haciendo como que le acunaba. La imagen lógicamente traspasó fronteras y acabó conviertiéndose en uno de los festejos más imitados y populares de la historia del deporte. Pero lo que nadie podía imaginar es que dos décadas después el pequeño e involuntario protagonista de esta historia acabaría siguiendo los pasos de sus padres.

Mattheus Oliveira acababa de nacer en el verano de 1994, por lo que ahora es un joven de casi 23 años que acaba de firmar el contrato más importante su vida. Tras comenzar su carrera en el Flamengo brasileño en 2016 dio el salto a Europa para jugar en el Estoril Praia, conjunto en el que la última temporada ha llamado la atención en la liga portuguesa. De hecho 2 goles y 4 asistencias avalan a este creativo centrocampista en los 26 partidos que ha disputado con su equipo, por lo que un gran club como el Sporting de Portugal ha decidido hacerse con su fichaje.

Tanto han gustado las condiciones del hijo de Bebeto que el club de Lisboa ha pagado cerca de 2 millones de euros por su fichaje y ha decidido 'blindarle' con una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. De esta forma se asegura poder disponer de sus servicios con total tranquilidad y sin riesgo de que otro equipo pueda arrebatarle el futbolista a corto o medio plazo.

Está por ver si finalmente Mattheus acaba demostrando tener un nivel similar al de su padre, aunque lo que parece claro es que son jugadores totalmente distintos. Mientras el progenitor era un delantero infalible el hijo es un centrocampista creativo con cierta llegada. Por ello seguramente evite ciertas odiosas comparaciones, aunque su ascendencia ya ha servido para que todos los ojos se posen sobre él ahora que ha logrado llegar a la élite del fútbol portugués.