El tiempo pasa y el Real Madrid no puede avanzar en el fichaje de Kylian Mbappé. La pasada semana el club blanco pidió al jugador paciencia y que esperara unos días para tomar su decisión, ya que su interés en su fichaje es firme. Sin embargo, en estos momentos el conjunto blanco está inmerso en una vorágine que le impide dar algún paso al frente para 'atar' al delantero.

Morata 'tapona' el fichaje de Mbappé

La realidad es que a día de hoy el Real Madrid no puede tomar decisiones o prometer cosas a Mbappé. Solo puede pedirme calma y paciencia para que espere a que el campeón de Europa solucione sus problemas más cercanos. Principalmente los que hacen referencia al futuro de Álvaro Morata en el club, cuya salida no está para nada clara y de la que depende casi exclusivamente el fichaje del internacional francés.

Zidane tiene muy claro que ningún miembro de la BBC se va a ir este verano del Real Madrid. Y Mbappé también tiene decidido que si va al Real Madrid es para tener garantías de que jugará. Así que solo la salida de Morata le aseguraría un hueco importante en el plantel, lo que implica que mientras el español no tenga definido y acordado su destino el conjunto blanco no podrá moverse en ningún sentido.

Y mientras tanto el PSG sigue manejándose con total normalidad. Según 'L'Equipe' el club volvió a reunirse con la familia de Mbappé y en esta ocasión estuvo presente el técnico Unai Emery. En París no tienen ningún límite para fichar al delantero y le han hecho una extraordinaria oferta económica, por lo que en Madrid están viendo cómo el club galo le come terreno.

Mbappé decidirá si espera... o acepta la oferta del PSG

En este caso cada minuto es oro, aunque en Madrid confían en que el madridismo de Mbappé le permita 'resistir' y alargue su decisión unas semanas más. Este es el tiempo que necesita Florentino para aclarar si Morata se va y se queda, y con ello, si el club se lanza ya mismo a por el delantero del Mónaco. Aunque mientras esto ocurre en el PSG seguirán 'mareando' la perdiz a la espera de conseguir el 'sí' del jugador y lo que es más complicado, el ´sí' de su club.