El fútbol de hoy en día parece haber perdido la cabeza. Las cifras millonarias que se manejan en los traspasos que están teniendo lugar en este mercado veraniego rozan la locura pero entre tanto ruido y cifras desorbitadas todavía hay un club que parece guardar un poco de cordura y no sumarse a esta moda de tirar la casa por la ventana.

Ese no es otro que el Tottenham que dirige Mauricio Pochettino. Los ‘spurs’ son el único equipo ‘top’ de Europa, que finalizó en su Liga entre los cuatro primeros clasificados la temporada pasada, que todavía no ha desembolsado ni un solo céntimo de euro de sus arcas para reforzar su plantilla. Y es que en medio de los 222 millones de Neymar o las barbaridades que se están pidiendo por Mbappé, Dembelé o Coutinho, todavía queda alguien que guarda la calma y no pierde la cabeza.

Es subcampeón de la Premier

Pese a que la Premier League da importantes premios económicos según la posición en la que un equipo quede clasificado al final de la temporada en la competición, lo cierto es que el Tottenham todavía no ha tenido que tirar de esos fondos para completar su plantilla y parece que Pochettino está contento con lo que tiene.

De hecho, no lo considera una desventaja y eso pese a que el resto de sus principales rivales ya se han gastado auténticas millonadas en este periodo. En Inglaterra, el City supera ya los 200 kilos invertidos mientras que el Chelsea, por ejemplo, pasa de los 140. Pero no sólo en el campeonato inglés tendrá que hacer frente el Tottenham a estas grandes inversiones, sino que al haber finalizado segundo la campaña pasada también disputará la Champions League, donde se tendrá que ver las caras con otros importantes clubes europeos que también han hecho fuertes desembolsos y se han rascado el bolsillo mucho más.

El nuevo estadio, culpable

Y es que si el Tottenham ha decidido entrar en ‘modo ahorro’ durante este verano no ha sido tan sólo por que piensen en el cuerpo técnico que su plantilla es suficientemente buena como para afrontar con garantías una nueva temporada, sino también por la construcción del nuevo estadio. White Hart Lane fue derribado unas horas después de que allí se jugara el último partido de su historia y este curso los ‘spurs’ se mudarán a un nuevo campo mucho más moderno y sobre todo grande.

El Tottenham se veía en la necesidad de construirse una nueva casa mucho más grande en la que pudieran entras más aficionados, ya que los algo más de 35.000 espectadores que acogía el antiguo White Hart Lane se habían quedado cortos, así que se lanzó a la aventura de la mudanza, ya que el nuevo estadio acogerá nada menos que 61.000 personas.

Todo esto, por lo tanto, supone un tremendo y faraónico desembolso económico para el Tottenham, ya que el club inglés se gastará unos 830 millones de euros en la construcción de su nuevo estadio. Además, el Tottenham no recibirá ningún tipo de ayuda pública, por lo que afronta este enorme pago con fondos propios. 

"Una de las causas por las que no nos preocupamos mucho es por el jugo que le sabe sacar Mauricio Pochettino a nuestros canteranos. De hecho, la Academia es muy importante para nosotros. Preferimos promocionar a un chaval de las inferiores antes que gastarnos 20 o 30 millones en un refuerzo", explican desde el propio Tottenham acerca del nulo desembolso económico que ha hecho el club hasta el momento, dejando claro que confían en las habilidades de su entrenador para salir airosos de la situación.