Gianlugi Donnarumma terminó el pasado martes con las especulaciones y firmó su renovación con el A.C. Milan hasta 2021. Tras casi un mes de dudas, declaraciones cruzadas y enfados, el guardameta aceptó la propuesta del conjunto lombardo y se aseguró una ficha de 6 millones de euros netos anuales por los cuatro próximos años. Además, dejó su cláusula en 50 millones, si bien la misma podría duplicarse si el equipo consigue entrar en la edición de la Champions League de la temporada 2018/19.

Las negociaciones no fueron fáciles porque llegaron a romperse mientras el portero participaba en la Eurocopa sub'21. De hecho, algunos 'tifosis' italianos llegaron a lanzarle billetes durante uno de los partidos que jugó su selección en Polonia. Pero este período de aislamiento y la presión del propio club transalpino permitió que el guardameta finalmente accedera a negociar de nuevo y se pudiera llegar a un acuerdo.

El acuerdo se hizo esperar

Así, en los últimos días se han podido cerrar los últimos flecos para alcanzar un acuerdo absoluto. Entre ellos, las comisiones que percibirá su agente Mino Raiola, uno de los aspectos más polémicos de las negociaciones. Aunque no ha sido este el único, porque Donnarumma también ha realizado al club una petición realmente excéntrica: el fichaje por parte del Milan de su hermano mayor Antonio.

Gianluigi sabía que el conjunto 'rossonero' buscaba tercer portero, por lo que pidió a la directiva que fichara a Antonio Donnarumma, de 27 años. Este cancerbero ya perteneció a la cantera del Milan en 2012, si bien únicamente ha disputado un único partido en la Serie A del fútbol italiano y en la última temporada participó en la liga griega, donde defendió los palos del Asteras Tripolis. Una trayectoria muy discreta que no ha evitado que el Milan lo incorpore como parte de la renovación de su hermano pequeño.

Una condición que el Real Madrid jamás hubiera aceptado

En los últimos días Antonio había salido a la palestra para defender a Gianluigi de las críticas, por lo que este movimiento se intuye como una forma de arropar al prometedor futbolista en las próximas temporadas. Así el Milan lo ha aceptado de buen grado con tal de dar carpetazo a este asunto, aunque en el Real Madrid seguramente no se hubiera dado esta situación. El club blanco jamás ha aceptado ningún tipo de coacción por parte de un futbolista, por lo que visto lo visto ahora más de uno seguramente agradezca en las oficinas del Bernabéu que Donnarumma haya decidido seguir en su club en vez de esperar al campeón de Europa.