El barcelonismo lleva toda la temporada con el corazón en puño por culpa de la renovación de Leo Messi. El argentino termina su vinculación con el club catalán el próximo 30 de junio, por lo que la directiva lleva desde finales de 2016 intentando sentarse a negociar con el jugador y con su padre para llegar a un acuerdo que tranquilice las aguas. Pero el 'crack' se está tomando con mucha calma el asunto, tanta que está obligando a que el Barça filtre cada poco tiempo que el acuerdo esté muy cercando. Y todo con la intención de que la afición no se inquiete más de lo necesario...

El conjunto azulgrana tiene un gran problema sobre la mesa por las altas pretensiones del argentino para prolongar su vinculación. Sus responsables están convencidos de que acabarán llegando a un acuerdo, más que nada porque están dispuestos a pagar lo que sea necesario para que el jugador no les dé con la puerta en las narices. Pero al mismo tiempo tienen claro que las negociaciones se van a tener que alargar por la complejidad del nuevo acuerdo y por la intención del futbolista de no tratar en serio este tema hasta que no acabe la temporada.

De ahí que quieran ganar algo de tiempo manejando a la prensa a su antojo. ¿Y cómo? Filtrando a su prensa afín ('Mundo Deportivo' y 'Sport') que "solo falta ponerle fecha" a la firma del acuerdo. Porque no es casualidad que esta noticia apareciera solo tres días después de que el diario 'As' publicara que el jugador había rechazado su primera propuesta de renovación. Todo responde a una estrategia culé para no alterar al equipo en este final de temporada y no generar inquietud en la masa social tras una campaña bastanre convulsa en todos los sentidos.

Neymar delata la realidad

Y para demostración de ello, dos ejemplos. El primero, del pasado 23 de noviembre. Entonces 'Sport' publicaba "La renovación de Messi, más cerca" y aseguraba que el presidente culé, Josep María Bartomeu, había tomado personalmente las riendas de las negociaciones. Es decir, más de lo mismo respecto a lo publicado esta semana (más de siete meses después). Y el segundo, las palabras de Neymar en las últimas horas en las que criticaba veladamente al club al señalar que "la gente del club debe empezar a trabajar para llegar a un acuerdo de renovación".

Con ellas el brasileño dejaba claro que la sensación del vestuario es que el Barça no está haciendo lo suficiente para contentar a la estrella. Y es que, ¿quién mejor que su amigo 'Ney' para saber como está la situación hoy en día? Por eso sorprende y llama la atención que la prensa culé asegure ahora alegremente que el acuerdo está tan cercano, cuando en el fondo llevan prácticamente un año anticipando lo mismo sin que estas informaciones cristalicen en una firma real.